12/12/2012 - Editorial - Crisis e impuestos

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Editorial
Crisis e impuestos
Publicado 12/12/2012

UNO de los problemas más graves que plantea toda crisis económica es el reparto de sus costes entre las distintas clases y grupos sociales, que debería efectuarse siempre con sujeción a los principios de la justicia distributiva, pero que suele llevarse a cabo de forma que se lesionan las exigencias de la equidad, al repercutirse con preferencia sobre las clases medias y populares.

Es evidente que la consolidación fiscal que requiere la salida de una crisis pasa por un triple y necesario camino: recortes presupuestarios, aumento de los impuestos y reformas estructurales. En el bien entendido de que la fórmula adecuada para no bloquear la actividad económica y hacer posible el crecimiento -único modo de salir de la crisis- es una mezcla ponderada de los tres recursos, de forma que se practiquen con prudencia y de forma selectiva los recortes necesarios, se suban con cálculo y mesura ciertos impuestos y, sobre todo, se lleven a cabo aquellas reformas estructurales que, como la reforma de las administraciones públicas, son tan urgentes como difíciles.

Por tanto, recurrir ahora a una subida de impuestos -soportados en buena medida por las clases medias- constituiría, de hacerse sin tino, un factor regresivo para la recuperación económica, además de contribuir a la sensación creciente de que se están repartiendo injustamente los costes de la crisis.

La Cambra de Comerç ha puesto el acento en la primera de estas consecuencias, alertando frente a la propuesta de aumentar impuestos efectuada en el seno de las negociaciones abiertas tras las últimas elecciones catalanas. La Cambra ha reclamado prudencia, ya que esta subida podría frenar el consumo y afectar a las inversiones extranjeras, máxime habida cuenta de que la presión fiscal representa en Catalunya el 1,9% del PIB, frente al 1,7% de la media española, así como que Catalunya cerrará este año con una caída del PIB del 1,7% y una perspectiva, para el próximo, de otro descenso del 1,5%.

Especial mención merece la propuesta de recuperar el impuesto de Sucesiones, en la regulación del anterior Govern tripartito. En primer lugar, porque la reforma no debería gravar de nuevo las herencias de las clases medias y populares, ya que la tributación de estas no queda justificada en modo alguno por la función redistributiva que se atribuye a este tributo. Y, en segundo término, para alertar frente a los agravios comparativos que siempre provocan unos cambios normativos de este alcance, en una materia tan sensible y en tan corto espacio de tiempo.

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