07/04/2011 - DEIA.COM - Política - Un debut condicionado por las cuentas

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Política
Un debut condicionado por las cuentas
Publicado 07/04/2011
Alba Arnau

Primeros cien días de Mas

Los primeros cien días de Mas como president evidencian la delicada situación financiera por la que pasa Catalunya

CIEN días pueden dar para mucho o para poco, depende del prisma de quien los observe. Para lo que sí han servido estos primeros tres meses de gobierno de Artur Mas es para poner sobre la mesa la situación de las finanzas catalanas. Se han cumplido algunas promesas electorales y otras han quedado en el cajón a la espera de que lleguen mejores tiempos para ponerlas en marcha.

Las palabras del exconceller de Política Territorial y Obras Públicas, el socialista Joaquim Nadal, asegurando que el nuevo ejecutivo se encontraría con "unas finanzas públicas claras, transparentes y con un déficit perfectamente explicable" retumban ahora en los pasillos de la Generalitat. Y así fue, tal y como recuerda el politólogo Ferran Requejo: "El traspaso de poderes fue tranquilo y elegante, no se ocultó nada". Se puso sobre la mesa lo que muchos intuían: un déficit superior al permitido, ya que el Gobierno español lo fijó en un 2,4% del PIB y el actual alcanza el 3,3%, y una deuda a amortizar este año de 8.788 millones de euros.

Frente a estas cifras, las actuaciones y los propósitos se deben replantear. Se hace expresamente incompatible llevar a cabo los compromisos electorales y, a la vez, reducir el déficit público tal y como exigen en Madrid. Por lo que el Govern y el célebre timón que el president colocó en su despacho han girado el rumbo. Los recortes presiden sus primeros pasos. En salud, por ejemplo, se pide a los centros hospitalarios planes de contingencia extrema, la digitalización de las aulas de colegios e institutos tendrá que esperar, la inversión en infraestructuras también se paraliza y han desconvocado, por el momento, algunas plazas de empleo público. Estos recortes también han ido acompañados de otros que si estaban previstos en el programa electoral de CiU, como la reducción en un 23% de altos cargos y puestos de confianza, y en un 25% en las consejerías.

Sin embargo, el cambio del modelo tripartito no está siendo traumático para los catalanes. Salvador Cardús, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, cree que la transición de un gobierno a otro se caracteriza por la aceptación, en líneas generales, de los recortes que está llevando el nuevo ejecutivo. "Evidentemente a nadie le gustan los recortes, pero todos somos conscientes de la situación en la que nos encontramos" asegura Cardús a DEIA.

En lo que sí coinciden los expertos consultados por este periódico es en la falta de toma de decisiones importantes. El catedrático de Ciencia Política en la Universidad Pompeu Fabra, Ferran Requejo, destaca el intento de poner orden económico en la Generalitat. "La decisión más importante se ha tomado hace dos días y es la de suprimir parcialmente el impuesto de sucesiones", una promesa que CiU llevaba arrastrando desde hace años.

Cardús ha echado en falta explicaciones "más políticas y menos técnicas" de lo que está sucediendo y del por qué de los recortes. "El discurso es excesivamente negativo y falta relato político", señala. Este experto en Ciencias Políticas también critica el papel que está jugando la oposición y recuerda que solo hace cien días que ellos estaban gobernando y que son los principales responsables del déficit que sufre Catalunya actualmente: "La actitud de la oposición en general me parece impropia, pero en especial la del Partido Socialista de Catalunya. Ellos son corresponsables de la situación. Están demostrando una actitud totalmente irresponsable".

poco recorrido El experto en comunicación política Toni Aria, asegura a este diario que el Gabinete de Artur Mas está "aprobado" en esa materia, y que en cien días de gobierno no puede evaluarse la estrategia comunicativa. Achaca las posibles diferencias entre los consellers al hecho de que "mucho de ellos provienen del mundo académico y de la empresa, son personas muy preparadas, pero no están acostumbradas a formar parte de una estructura gubernamental. Todos somos muy impacientes y queremos resultados ya, los nuevos en política deben aprender que hay un tempo a seguir".

A parte de la delicada situación fiscal en la que se encuentra Catalunya y en los recortes que el Govern está llevando a cabo, también cabe destacar otro eje muy presente en la vida social y política catalana. Salvador Cardús lo describe como "un movimiento de fondo de la sociedad catalana que, de forma natural, se decanta hacia la independencia". Artur Mas ha repetido en varias ocasiones que en su programa electoral no se incluye ese objetivo, pero es consciente de hacia dónde camina, por voluntad y necesidad, la gente de la calle. En consecuencia los miembros del partido actúan.

El expresident Jordi Pujol y el propio Artur Mas, entre otros miembros de CIU y del Ejecutivo catalán, han votado en las consultas independentistas organizadas por la plataforma Barcelona Decideix. El politólogo Ferran Requejo considera que es un movimiento político acorde a la situación que está viviendo la sociedad catalana, que a su entender, "tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut se está radicalizando en sus posiciones de una forma pacífica".

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