23/03/2011 - Opinión - El epílogo - Era en positivo

EL PERIÓDICO.COM
Opinión
El epílogo
Era en positivo
Publicado 23/03/2011. Edición Impresa, Contraportada, pág 88
Albert Sáez, Director adjunto

Artur Mas ganó de forma clara y contundente las elecciones catalanas del 28-N. No han pasado todavía los 100 días de rigor desde la toma de posesión. Pero lo cierto es que el cambio que prometió no está transmitiendo el tono positivo con el que se presentó. La proyección pública del Govern se mueve entre un abuso de la política del retrovisor respecto a los tripartitos, especialmente en el tema del déficit público, y la supresión de un impuesto que ya solo pagan el 1% de los contribuyentes. Solo falta que en los últimos días, y a propósito del impuesto de sucesiones, nos hayan revisitado las clásicas tensiones entre CDC y UDC que ya estuvieron a punto de costarle las dos últimas mayorías al mismísimo president Pujol.

Es necesario remontar

Solo las mentes más retorcidas y sectarias podrían alegrarse de este estado de shock en el que ha caído el Govern de Mas en las primeras semanas. Tienen ante sí la posibilidad -y el deber histórico- de remontar, porque este país no puede seguir eternamente al borde del abismo institucional provocado por los movimientos tacticistas de los partidos de gobierno a los que nos acostumbraron los anteriores inquilinos de la plaza de Sant Jaume. Ni tampoco podemos seguir con una tasa de paro superior al 18% mientras Europa ya sale de la crisis y el mundo se conmociona por el petróleo.

La cumbre económica del próximo viernes debería ser un punto de inflexión. Y reencontrarnos con aquel candidato Mas que ponía la creación de puestos de trabajo y la lucha contra el fracaso escolar en el frontispicio de su programa de cambio en positivo. El ahora president Mas debería alinear los esfuerzos públicos y privados, sindicales y patronales, políticos y civiles para aprovechar las oportunidades que tenemos para salir del agujero: para construir una alternativa catalana en el concurso de privatización del aeropuerto de El Prat, para lanzar una oferta de construcción del tramo Tarragona-Castellón-Valencia del AVE o para las mejores ideas que le presenten el viernes. Ese era el cambio en positivo y no el regate corto de un impuesto que pagan cuatro.

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