28/03/2011 - Opinión - ¿De verdad es Trias socialdemócrata?

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Opinión
¿De verdad es Trias socialdemócrata?
Publicado 28/03/2011. Edición impresa, Opinión, pág. 5
Joaquim, Coll Historiador

El programa de CiU para Barcelona

Sería bueno que en las próximas semanas los ciudadanos supieran cuál es el programa nacionalista

Si se cumple lo que dicen hasta ahora las encuestas, los titulares de la prensa internacional subrayarán, en su comentario sobre el resultado de las elecciones municipales en España, el fin de una de las experiencias socialdemócratas más largas en una ciudad europea. No se me ocurre ningún otro ejemplo de trayectoria continuada durante más de tres décadas en otro municipio del tamaño y posición económica a la que hoy ocupa Barcelona. Por eso, lo que ocurra el 22 de mayo es importante no solo para los catalanes sino también para muchos urbanistas, arquitectos, emprendedores o artistas de otras partes de España y del mundo, para quienes nuestra ciudad se ha convertido en un referente indudable. Por supuesto que los vaticinios demoscópicos se equivocan y, hoy por hoy, nadie puede dar nada por ganado ni por perdido.

Pero lo más curioso, y lo que muchos ignoran del particular laberinto catalán, es que tanto si gana Jordi Hereu como si vence Xavier Trias, el alcalde seguirá siendo socialdemócrata. ¿Es esto posible? En el primer caso, la adscripción no ofrece sorpresa alguna, el alcalde es del PSC, pero lo más curioso del caso es que el candidato de CiU también se ha declarado socialdemócrata en diversas ocasiones. «Sorprenderé», dijo a este diario. Nadie duda de que Trias tenga sensibilidad por los problemas sociales. «La izquierda no tiene el monopolio del corazón de los trabajadores» le soltó Valéry Giscard d'Estaing a François Mitterrand en un debate televisivo. Pero la adscripción socialdemócrata de Trias me extraña mucho, sobre todo porque su partido, CDC, forma parte de la Internacional Liberal, mientras sus socios de federación, UDC, son miembros fundadores de la Internacional Democristiana. Además, durante los años en que Trias fue jefe de filas de los nacionalistas en Madrid, votó las dos investiduras de José María Aznar y todos sus presupuestos. De entrada, pues, poco que ver con la socialdemocracia.

Algunos pensarán que la cosa no tiene mayor importancia y que hace tiempo que las adscripciones ideológicas están periclitadas. Algo de cierto hay en ello, pero a mí me parece que el banderín de enganche socialdemócrata de Trias refleja otras cosas. Para empezar que el consenso entre los barceloneses sobre el modelo de ciudad construido por la izquierda -básicamente entre PSC e ICV- es tan amplio que, más allá de ciertas cuestiones, es difícil proponer una verdadera alternativa. Fijémonos que a medida que los alcaldes socialistas se han ido sucediendo, Joan Clos heredó la vara de Pasqual Maragall y Jordi Hereu, de Joan Clos, los convergentes han asumido la herencia del anterior e incluso la han reivindicado frente al actual. Ahora Trias habla bien incluso de Clos y los elogios hacia Maragall son absolutamente desbordantes, cuando, recordemos, el enfrentamiento de CiU contra este alcanzó la descalificación personal.

El profesor Carlos Losada explicaba, la semana pasada en EL PERIÓDICO que las bases económicas de la ciudad son muy sólidas para afrontar los retos del 2020 y hacer frente a la crisis y dar oportunidades de trabajo y negocio, y que el ayuntamiento es financieramente solvente y dispone de un margen notable para la inversión. Por supuesto que en la ciudad hay disparidades y problemas sociales, pero no se puede decir que ningún territorio haya quedado marginado, a diferencia de lo que sucede en algunos barrios de Madrid. El urbanismo desarrollado es integrador y el modelo policéntrico, de mezcla y variedad de usos, garantiza que no hay guetos. Así pues, declararse socialdemócrata es una forma sofisticada de proclamar aquello que Trias no se cansa de repetir de forma coloquial, «no tocaré aquello que funciona», y de intentar no asustar a esa masa de votantes durmientes de centroizquierda que solo se movilizarán si ven en peligro el progreso y la cohesión social de los barrios y del conjunto de la ciudad.

Sinceramente, me parece extraño que los nacionalistas presenten un candidato socialdemócrata. Cuando CiU no solo está aplicando desde la Generalitat un duro ajuste social, educativo, cultural y sanitario, sino que además va a ejecutar su promesa neoliberal de suprimir el impuesto de sucesiones. Por eso sería bueno que en estas semanas que faltan hasta las elecciones, los ciudadanos supiera cuál es el auténtico programa de Xavier Trias y su equipo. No es suficiente con decir «cambiaré lo que no va bien», sino que debe explicar sus prioridades, compromisos y ejemplificar su reiterada referencia a dar mayor peso al sector privado en las políticas públicas. Es verdad que 32 años de alcaldes socialistas son muchos y que la alternancia es la esencia de la democracia. Pero los barceloneses han de ser muy conscientes de a quién dan la alternativa y si es realmente lo que dice ser. Si finalmente es cierto que Xavier Trias es socialdemócrata y se propone respetar «todo aquello que funciona», teniendo en cuenta que el índice de satisfacción con los servicios municipales es alto, entonces la pregunta es para qué va a servir el cambio político en el ayuntamiento. ¿Acaso será mejor la copia que el original?

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