23/03/2011 - LA REGIÓN - Opinión- Plenitud nacional sin límites

LA REGIÓN
Opinión
Plenitud nacional sin límites
Publicado 23/03/2011
Fernando Lusson

Durante los años de gobierno tripartito en Cataluña, CiU se echó al monte y tras recuperar el gobierno de la Generalitat todavía no ha bajado de él. Quizá sea pronto para cambiar radicalmente de discurso, o que la crisis económica y la dificultad de establecer y diseñar medidas que provoquen un cambio radical de la situación les anime a buscar mecanismos de distracción, y nada más socorrido que el recurso al soberanismo, a la tensión territorial y a la defensa de los valores identitarios con la amenaza de un referendo de independencia de aquí a ocho años.

Poco han aprendido los nacionalistas catalanes de la experiencia de los nacionalistas vascos, que se encuentran ahora en la oposición por la insistencia de sus últimos gobiernos en el 'raca-raca' independentista con su defensa de la Propuesta del Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi, el 'plan Ibarretxe' y sus sucesivos referendos, hasta llegar al referendo final que a su juicio daría nacimiento a un nuevo Estado dentro de Europa. Ahora el PNV intenta desgastar al gobierno del lehendakari Patxi López dando donde más duele y da prioridad a los asuntos económicos y sociales (salvo Joseba Egibar, pero eso se da por descontado).

Y ahí están los dirigentes de CiU con la proclama del presidente de la Generalitat, Artur Mas, de que su objetivo es lograr la plenitud nacional de Cataluña 'sin límites', al aprobar la moción del ex partido de Joan Laporta ?demasiado ego para tan poco partido- en la que el Parlamento catalán considera irrenunciable el derecho a la autodeterminación del pueblo de Cataluña, -aunque cabe recordar que con Jordi Pujol al frente de la Generalitat el Parlamento ya aprobó este derecho, incluso antes que el vasco-, y manifestando sus ganas locas de votar en la consulta independentista alegal que se celebrará el 10 de abril en Barcelona -en una legal no podrá por la inconstitucionalidad de la ley de consultas catalana-, y a su escudero Francesc Homs, que ha manifestado que 'si España no nos ofrece nada, será difícil continuar conviviendo', aunque estas palabras tienen menos efecto porque suenan a las advertencias de 'desafección' de Cataluña hacia España que utilizaba el ex presidente Montilla.

Es decir, CiU está dispuesta a ocupar todo el espacio del nacionalismo, a derechas y a izquierdas, a constituirse en 'la casa grande del catalanismo' como ha manifestado Oriol Pujol, y a no cesar en sus desafíos al Estado bien sea con la insumisión al cumplimiento de las sentencias del Supremo y el Constitucional en materia lingüística, bien con su insistencia en la soberanía económica con su pretensión de lograr un concierto económico similar al vasco y navarro, aunque en este caso no pueda esgrimir derechos históricos, o bien con la reivindicación de la nueva 'deuda' de 1.400 millones de euros producto de un sistema de financiación autonómica del que reniegan.

CiU quiere recuperar a toda costa el tiempo que ha permanecido en la oposición, incluso con el delicado asunto de la inmigración, pero ya se ha dado cuenta que predicar no es lo mismo que dar trigo y sufre las primeras contradicciones por la supresión del impuesto de sucesiones y ve que tiene que acelerar en las reformas económicas. Por ese motivo Artur Mas ha convocado el próximo viernes a partidos, y a los agentes económicos y sociales, para recabar ideas incentivadoras con las que salir de la crisis. Hasta ahora sólo se le ha escuchado lo fácil, hablar de recortes. Y de soberanismo. Fácil también.

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