22/12/2009 - Política - Opinión - Al tiempo

LA VANGUARDIA.ES
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Publicado 22/12/2009
Isabel García Pagan

La larga tramitación de leyes en el Parlament es hoy refugio del tripartito

El control del tiempo es fundamental en política y más aún a estas alturas de la legislatura, cuando el calendario aprieta. Al mandato de José Montilla en la Generalitat le quedan como mucho diez meses y está cantado que se avecinan turbulencias entre los socios del tripartito en un intento de no perder parroquia ante la próxima cita electoral. El mejor ejemplo, el espectáculo de la semana pasada recortando la reforma del impuesto de sucesiones pactada por PSC y ERC para sumar a sus socios de ICV. Sin perder comba volvieron a marcar diferencias horas después en el primer asalto parlamentario de la iniciativa popular para prohibir las corridas de toros. Aunque en ese caso la ruptura del voto salió gratis a los contribuyentes.

Y suma y sigue. El numerito lleva visos de repetirse a partir de enero con el nuevo mapa territorial diseñado desde la Conselleria de Governació, que controlan los republicanos, y que en las filas del PSC ya desdeñan. Está previsto que el Consell Executiu apruebe el anteproyecto de ley de nueva organización territorial en la primera reunión del año, pero la discusión ya está servida.

No hay peligro, la sangre no llegará al río. Si en algún sitio el tiempo parece no correr en contra de nadie es en el Parlament. Presentar iniciativas legislativas en la Cámara catalana se ha convertido, hoy, en un refugio para el tripartito. La tramitación parlamentaria –a excepción de los presupuestos que cuentan con un estricto calendario– se alarga en algunos casos hasta el hartazgo, pero maquilla las estadísticas de actividad legislativa del Govern y pospone discusiones y enfrentamientos cantados entre los socios, carentes de un proyecto que vaya más allá de esos mínimos que les mantienen en el poder.

La ley catalana de Educación, con la oposición de ICV, mantuvo en reposo la pataleta de los ecosocialistas durante nueve meses hasta que se acabó votando; la andadura parlamentaria de la Oficina Antifrau, una promesa del primer tripartito, se retomó en agosto del 2007 con los recelos de los alcaldes socialistas y no se aprobó hasta quince meses después cuando todos estaban contentos; el proyecto de ley de consultas populares, que incomoda en este caso al PSOE, duerme tranquilamente en el Parlament desde el pasado mes de abril… Y así, por ejemplo, no habrá ley electoral, porque en la Generalitat dicen que es cosa de los grupos parlamentarios y en el Parlament ERC e ICV defienden modelos electorales alejados de los que tiene en mente el PSC. Tampoco habrá veguerías. No esta legislatura.

El Govern acaba por gastar más tiempo y esfuerzos en hablar de sus problemas que en afrontarlos. Pero ese tiempo siempre descubre la verdad, y la del tripartito no es otra que qui dia passa, anys empeny. Aunque sea a la greña.

Leer aquí: http://www.lavanguardia.es/politica/noticias/20091222/53851337362/al-tiempo-icv-psc-generalitat-jose-montilla-psoe-erc.html