28/09/2009 - Política - Opinión - "Paraules"

LA VANGAURDIA.es
Política
OPINIÓN
"Paraules"
Publicada el 28/09/2009
Isabel García Pagán

El objetivo de Montilla esta semana es salir ileso de un debate que, a un año de las elecciones, será un escaparate para los candidatos

Fets o paraules, esa es la cuestión. Lo que tenemos hoy sobre la mesa son 519.129 personas en paro en Catalunya en el mes de agosto, lo que supone un incremento del 4,6% respecto al mes anterior, y un déficit de 4.862 millones de euros en las cuentas de la Generalitat en el 2008, el cuádruple que en el 2007. Esa es la realidad de la crisis que se vive en Catalunya. Todo a pesar dels fets del Govern de José Montilla, que, eso hay que reconocerlo, detectó antes que la Moncloa la gravedad de la situación económica y es el que destina más recursos entre las comunidades autónomas a combatir sus nefastos efectos.

La crisis obliga a continuar con más fets, muchos más, pero esta será la semana de las paraules. Montilla abrirá mañana el que será, previsiblemente, el último debate de política general de la legislatura en Catalunya. No lo tendrá fácil el president ni con la oposición ni con sus socios, por lo que su objetivo principal debiera ser salir ileso de un debate que, a un año de las elecciones, será un escaparate de tres días para los candidatos. O al menos para los que tienen escaño en el Parlament. Los nuevos, Alicia Sánchez-Camacho por el PP y Joan Herrera por ICV, tendrán que ganarse el pan en otros lares.

No se puede contar con que el debate, el más importante del año, saque del estancamiento a los políticos catalanes. Están a la espera de que la economía se recupere, a la espera de que el Gobierno central transfiera los recursos correspondientes a la nueva financiación, a la espera de la sentencia del Tribunal Constitucional que debe dar seguridad jurídica al corpus legislativo de los últimos tres años, a la espera de… Así que el aliciente puede limitarse a ver si aparece en la tribuna algún informe más de esos bautizados como inútiles para comprobar hasta dónde llega la imaginación del Govern o si CiU logra romper la disciplina del tripartito y suma a ERC en su batalla contra el impuesto de sucesiones.

El resto, paraules, una crónica anunciada. Artur Mas tiene ganado el debate dialéctico. Sin ninguna duda aplicará el manual del perfecto jefe de la oposición con vocación de gobierno, presentará su alternativa y se ofrecerá a colaborar con el Ejecutivo en temas de interés nacional, comenzando por el cuarto cinturón que ICV mantiene en stand by. Pero ya no es suficiente. No si no consigue que la fórmula Montilla, como Catalunya, entre en crisis.

Y más paraules en ERC. Joan Puigcercós protagonizará un reestreno. El año pasado interpretó por primera vez el papel de presidente de Esquerra tras desbancar a Carod y ahora lo hará como candidato, tras borrarlo de lo alto del cartel electoral. Su reto, no perder parroquia –empieza a notar el aliento del doctor Carretero en el cogote– sin superar las líneas rojas del tripartito y, porque no hay dos sin tres, jugar de nuevo a la equidistancia entre PSC y CiU. Eso en Barcelona, porque en Madrid, Zapatero se lleva mañana mismo a su amigo Joan Ridao a tomar un café en la Moncloa para recordarle que "es de bien nacido ser agradecido".


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