27/05/2012 - DIARIO DE MALLORCA.ES - Editorial - Sombras y alguna luz de un año de gobierno

DIARIO DE MALLORCA.ES
Editorial
Sombras y alguna luz de un año de gobierno
PUblicado 27/05/2012

El Govern del PP encabezado por José Ramón Bauzá cumple su primer año. Ante tal aniversario, se impone una reflexión para hacer balance del periodo transcurrido con los logros alcanzados y las esperanzas frustradas. Para realizarlo, se debe partir a la fuerza de los tres grandes condicionantes que han marcado profundamente la acción del Ejecutivo autonómico y que no son otros que la acentuada crisis económica generalizada, la falta de liquidez de las arcas públicas y la sobrada mayoría absoluta de la que ha dispuesto el PP, y no sólo en cuanto a respaldo parlamentario, para llevar adelante sus políticas programáticas.
Las dificultades financieras, tanto en el sector público como en el privado, lo han marcado todo. Bauzá llegó al Consolat de Mar provisto de un gran respaldo social y político, siendo portador de un considerable aval de esperanzas que su propio partido se había ocupado de generar y que le reportaron buenos réditos electorales en el seno de una sociedad que ya comenzaba a padecer los estragos del paro y de las penurias económicas.

Transcurrido un año, el PP continúa administrando su holgada mayoría absoluta en las instituciones ensamblada con la lograda por Mariano Rajoy en las Generales. La diferencia, sustancial, con el inicio de la legislatura autonómica, está en que el panorama parece haber cambiado por completo y no precisamente en sentido positivo. La crispación y la contestación han saltado a la calle y al debate social. Prácticamente no hay día en que no se produzca algún tipo de manifestación o signo de rechazo colectivo a las políticas más importantes desplegadas por un Govern Bauzá que, por otro lado, sigue manteniéndose muy férreo en sus posiciones y amparándose en lo que el propio president llama "mayoría silenciosa" de las urnas.

Al actual Ejecutivo autonómico habrá que reconocerle el mérito y el esfuerzo de haber comenzado a sanear y poner el orden necesario en las arcas de la Comunidad. También de haber sido capaz de reducir el abuso de las empresas públicas y agrupar las que quedan en función de la concentración de servicios. Los problemas comienzan a surgir sin embargo con los métodos y las prioridades utilizadas para lograr la contención del gasto público y por la obsesión en desmantelar logros sociales y gestiones de gobiernos anteriores.
En este sentido, no se entiende el empeño por generar un conflicto lingüístico con la lengua catalana, cuando la sociedad y el mundo de la cultura ya tenían normalizada esta situación. Tampoco el abuso de la ´declaración de interés autonómico´ para amparar proyectos urbanizadores con la excusa de generar inversión y trabajo pero que han sido puestos en duda incluso por el sector turístico y que, como en el caso de es Trenc, vuelven a provocar la lucha en defensa del Medio Ambiente. El precipitado proyecto de Ley General Turística ha sido contestado hasta por unos profesionales del sector que ven en él excesivas preferencias hacia los hoteleros. El Govern actual ha cometido el error de encerrarse en su propio círculo y renegar del diálogo y el consenso. Las escenas de conversación con la oposición y los agentes sociales han llegado tarde y no han sobrepasado la frialdad del protocolo.

De no cambiar, el Ejecutivo Bauzá, será el primero de España en cerrar dos hospitales públicos. El previsto abandono del Hospital General y del Joan March es la proyección más sensible y visible de los recortes drásticos en servicios esenciales como Sanidad y Educación. Los profesores han salido de las aulas y los sanitarios de los ambulatorios para denunciar, sin ir más lejos, el aumento de las ratios de alumnos o de las listas de espera. Buena parte de los recortes se han cargado también sobre un funcionariado que pierde puestos de trabajo y poder adquisito mientras se establece el agravio comparativo de un gabinete de presidencia altamente remunerado incluso en contra de resoluciones judiciales en sentido contrario. El cuidado de la imagen y la empatía no son sus principales habilidades. Está para "hacer lo que tenemos que hacer " pero esto no impide que incumpla la obligación de transparencia y explicación pública o que se balancee sobre la arrogancia, como se ha hecho con la contratación de la novia de Carlos Delgado o la negativa a detallar el traspaso y las incompatibilidades de los negocios particulares de José Ramón Bauzá.

Los cambios son drásticos. El Govern se estrenó con la promesa de generación de puestos de trabajo y, por contra, el paro, incluso con buenas temporadas turísticas de por medio, se ha disparado como nunca. Ahora todo se confía a una iniciativa privada que, en parte, también padece el estrangulamiento de un Govern todavía moroso pero que, sin embargo, ha renunciado a reclamar los fondos estatutarios y ha admitido la congelación de convenios con el Gobierno de Madrid o asiente ante unas políticas y tasas aeroportuarias claramente perjudiciales para Balears.

Se aplica una excesiva presión sobre las clases más débiles. Mientras se rechaza la implantación del impuesto de sucesiones, no se tiene reparo alguno en aplicar el céntimo sanitario o en aumentar, hasta el 57%, algunos transportes públicos.

La brecha que se ha abierto entre Govern y sociedad es contraproducente para todos. El Ejecutivo, aun manteniendo la vigencia de su programa electoral, tiene la obligación de tender la mano en beneficio del repunte económico y la estabilidad tanto social como institucional.

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