29/12/2010 - BOLETÍN INFORMATIVO DE LA SANIDAD PÚBLICA - El Impuesto sobre Sucesiones: otro gran engaño a la ciudadanía parecido al de las pensiones

BOLETÍN INFORMATIVO DE LA SANIDAD PÚBLICA
El Impuesto sobre Sucesiones: otro gran engaño a la ciudadanía parecido al de las pensiones
Publicado 29/12/2010
Redacción

Bien puede decirse que España es un verdadero paraíso fiscal para los más ricos, que pueden generar y acumular riqueza durante su vida y pasársela a sus hijos a la hora de morir, sin pagar ningún impuesto. Un impuesto sobre sucesiones debidamente instrumentado podría resolver en gran medida los problemas fiscales del Estado español pero, a propósito, no se habla del tema porque iría contra los intereses de los ciudadanos más queridos del legislador, los más ricos.

Una consecuencia de la Gran Depresión en América fueron una serie de leyes destinadas a mejorar la suerte de la mayoría de la población. Entre ellas destacan el establecimiento de un sistema de Seguridad Social y el establecimiento de un impuesto sobre sucesiones. Ambas legislaciones fueron desde el principio, objeto de ataque por los más ricos para desmontarlas o desnaturalizarlas. En estos momentos la lucha sigue y podemos decir que los más ricos, al cabo de 80 años, parecen tener posibilidad de ganar, al menos en parte.

Como parte del paquete de rebajas de impuestos para los más ricos que aprobó el Congreso de los Estados Unidos en el 2001, durante la primera legislatura Bush, se suprimió por 10 años el impuesto de sucesiones. Ayer, el Congreso americano acaba de aprobar una ley ampliando dos años más las rebajas de impuestos de Bush. En el caso del impuesto sobre sucesiones la tasa del impuesto se ha dejado en el 35%, con una excepción total para patrimonios menores de 5 millón de dólares.

En España, un impuesto sobre el patrimonio con una tasa similar a la americana del 35% y una excepción del 100% para cantidades hasta un millón o millón y medio de Euros, podría recaudar entre 20.000 y 30.000 millones al año. El impuesto afectaría solamente a los más ricos, quizás un 2 o un 3% de la población, la inmensa mayoría de los españoles estaría exenta del impuesto. Esa cantidad es aproximadamente el déficit fiscal estructural que ha dejado el estallido de la burbuja inmobiliaria. El que el Estado recuperase este impuesto con una tasa importante, significaría que por una vez en España serían solamente los más ricos los que pagarían la subida de impuestos y contribuiría en enorme medida a poner en orden las cuentas del Estado que se desequilibraron de forma imposible con el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Las justificaciones más claras de este impuesto son tres. La primera es una de redistribución de la renta, impidiendo que la riqueza se vaya concentrando cada vez más en pocas manos. La segunda es que este impuesto es la última oportunidad de que paguen impuestos rentas y riquezas que han escapado a la imposición durante la vida del contribuyente. Piénsese en el valor encerrado en las acciones y participaciones en empresas familiares que no salen a la venta, o en el caso de fortunas invertidas en SICAV que pueden no pagar impuestos en la vida del contribuyente. Finalmente la capacidad recaudadora del impuesto es enorme.

El impuesto sobre sucesiones prácticamente ha desaparecido en nuestro país para trasmisiones de padres a hijos. Este movimiento tomó fuerza con una señora, nefasta para los intereses de la mayoría de la población y que se considera a si misma una gran progresista, Esperanza Aguirre, que utilizando el hecho de que la recaudación impositiva en la Comunidad Madrid es mucho más intensa que el resto de España y sus gastos menores debido a la concentración y a la juventud relativa de la población, decidió dar el paso impositivo más regresivo y más favorecedor de los más ricos que es la supresión del impuesto de sucesiones. El resto de las Comunidades, en los tiempos de vacas gordas, siguieron en gran medida este paso tan populista.

Aquí, como hacen tantas veces los políticos de izquierdas y de derechas, se engañó de hecho a la mayoría de la ciudadanía diciéndole que así ya no tendría que vender el piso o las tierras de los padres para pagar el impuesto de sucesiones. La posibilidad obvia, de una excepción del 100% para pequeños patrimonios, no se mencionó al pueblo. Ni se mencionó el hecho de que la supresión de este impuesto favorecía desproporcionadamente a los más ricos. Era mucho más regresivo y más fácil de vender, el abolir totalmente el impuesto y por supuesto esto es lo que se hizo. PSOE y PP han favorecido o tolerado esta barrabasada.

España en estos momentos tiene una presión fiscal del 30% del PIB cuando Francia supera el 40% y los países nórdicos se aproximan al 50%. España es también la que tiene, con diferencia, la distribución de la renta más desigual entre las grandes economía europeas. A pesar de esto se ignora a propósito por los políticos la posibilidad de recuperar para el Estado el impuesto sobre el patrimonio que han abandonado de hecho las Comunidades o que no se explota con la intensidad que se debería por las pocas que todavía lo tienen vigente. En el 2011 volveremos a ver subidas de impuestos regresivas que pagarán en mayor medida las rentas medias y bajas.

Hay que decir que en España, las fuerzas del lado de la oferta, los más ricos, con el apoyo de políticos de izquierdas y de derechas han ganado batallas que en Estados Unidos todavía están luchando los republicanos, los defensores de los intereses de los más ricos. En Estados Unidos la reciente reforma sanitaria de Obama no resuelve los problemas de la población que no puede pagar los costos de ir al médico. Sin embargo, Los del lado de la oferta están luchando para desmontar esta raquítica ley así como el sistema de sanidad universal y casi gratuita del que disfrutan los viejos. Las mismas fuerzas están luchando para recortar y privatizar el sistema de Seguridad Social, muy poco generoso, pero que es el único ingreso de la mayoría de los viejos de las clases media y baja en aquel país, como en el nuestro. La lucha por abolir el impuesto sobre el patrimonio sigue en pie y se ganará por los más ricos, a no ser que lo impida el pueblo americano que está cada vez más rabioso porque los más ricos son los únicos que desde hace décadas prosperan en la sociedad americana y se lo llevan todo.

España está mucho más avanzada que Estados Unidos en muchos aspectos en la lucha que los más ricos mantienen para llevárselo todo. No hay impuesto de sucesiones. Las grandes fortunas, debido al subterfugio de las “rentas del ahorro”, pagan solamente el 25% de IRPF. Las tasas más altas del IRPF quedan solo para trabajadores y profesionales. Las pensiones se van a recortar y de paso se sube la edad de jubilación para que los más ricos puedan ganar aún más, en vez de repartir la creciente renta per cápita que es lo que pide el sentido común.

¿Adónde van a llegar? ¿No se dan cuenta los más ricos que si siguen así tendrán un pueblo cada vez más miserable y que no podrá seguir comprándoles lo que venden y con lo que se enriquecen y que a lo mejor un día les corta el gañote?

Luis Guerra

Fuente: Sistema Digital.

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