19/11/2010 - Política - Impuestos a raya

LA VANGUARDIA
Política
Impuestos a raya
Publicado 19/11/2010, Edición impresa, Página 20
Patricia Font Gorgorió, dir. máster Gestión Tributaria, facultad de Derecho de Esade.


El nuevo Govern debe impulsar una política fiscal que alivie las cargas impositivas sobre los patrimonios y las empresas

Los contribuyentes cada vez son más partidarios de ubicar su residencia fiscal en otras comunidades

Con menos tributos habría más inversión, nuevas empresas, más negocio y más consumo

Catalunya se encuentra en un punto de inflexión, una encrucijada en la que el nuevo Govern marcará qué rumbo seguir, y uno de los puntos clave es la futura política fiscal catalana. Hoy por hoy, la situación es clara: Catalunya sufre una migración de inversión y de capitales que tanto necesita en el difícil momento de crisis en el que estamos inmersos. ¿El motivo? Varios, pero hay uno de relevancia: la carga impositiva a la que están sometidos los patrimonios y empresas residentes en esta comunidad autónoma.

La normativa autonómica del impuesto sobre sucesiones y donaciones, con reforma incluida, sigue arañando los vacíos bolsillos de los contribuyentes, que cada vez son más partidarios de ubicar su residencia fiscal en otras autonomías con fiscalidades más hospitalarias.Con ellos se van patrimonios y riqueza que de quedarse en Catalunya contribuirían a activar una economía en crisis.

Poco ayuda el incremento de tipos impositivos del IVA que entró en vigor el pasado mes de julio, la propuesta de incrementos de tipos impositivos del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, o la próxima reforma de los tipos impositivos del IRPF previsto para las denominadas rentas más elevadas cuya aplicación se prevé a partir del 2011. Y es que estas medidas contribuyen, junto con la alta tributación autonómica, a que los altos directivos de empresas y grandes corporaciones, ante la tesitura de implantar filiales o iniciar nuevos negocios, se replanteen seriamente si las tierras catalanas constituyen la mejor opción. De nuevo, la huida empresarial a otros territorios deja a Catalunya sin inversión, sin empleo, sin esperanza.

¿Nuevo Govern, nueva política fiscal? Es de esperar, ya que la actual situación exige contracción de gastos y competitividad de los productos y servicios que puede ofrecer Catalunya para reactivar su economía. Pensemos en términos empresariales, ¿qué medidas debe tomar una empresa con dificultades? En grandes líneas, de entrada reducir sus costes; no incrementar sus precios para ser competitiva y preservar el consumo de sus productos o servicios, e intentar ofrecer un valor añadido a sus consumidores. Así pues, ¿por qué no aplicar dichos principios empresariales a la Administración pública? Menos gasto público y menos impuestos para garantizar mayor inversión, más implantación y creación de empresas, más negocio y más consumo.

Por eso el nuevo Govern debe ser valiente y apostar por reducir el déficit no a costa de subidas impositivas, no a costa de sus contribuyentes, que en muchos casos a duras penas mantienen sus negocios a flote, sino a través de una política de recorte del gasto público, implantando medidas fiscales a nivel autonómico que permitan mejorar las condiciones para que el tejido empresarial se reactive (deducciones, bonificaciones, subvenciones...). En consecuencia, se generarán mayores beneficios, mayor tributación en términos absolutos y, por tanto, menor déficit. Y todo ello sin perder de vista un objetivo clave: garantizar una presión fiscal igual o menor a la de otras autonomías para evitar entrar en competencia.

Es tentador para un nuevo Govern intentar acometer grandes reformas acompañadas de grandes gastos que, a su vez, suelen traducirse en subidas impositivas. Pero conviene una política de contención y reactivación económica. Esperemos que el nuevo Govern tenga en cuenta las sabias palabras de Benjamin Franklin: "Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un gran barco".