19/11/2010 - EL MUNDO.ES - Elecciones Catalanas - Economía: entre el concierto 'a la vasca' y la fidelidad al Estatut
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EL MUNDO.ES
Elecciones Catalanas
Economía: entre el concierto 'a la vasca' y la fidelidad al Estatut
Publicado 19/11/2010
Javier Oms
Barcelona
La nueva financiación de Catalunya es una amante pasajera: fue muy deseada, se la colmó de elogios pero ahora, superada la fase de enamoramiento febril, empieza a ser olvidada por algunos de sus pretendientes. No por todos, pero sí por quienes necesitan un amor más fogoso.
La crisis ha azotado de tal manera a las cuentas catalanas que el nuevo modelo, fuente inagotable de polémicas, ha quedado para muchos en apenas un parche. La pérdida de ingresos –especialmente por la destrucción del mercado inmobiliario -ha desbaratado planes de futuro y ha disparado el déficit –sale más dinero del que entra-, provocando que los partidos tengan como objetivo frenar, como sea, la hemorragia. Así se han lanzado a ofrecer medidas, muchas de las viejas conocidas, otras todavía inconcretas.
El concierto económico, estrella invitada
Lejos de amedrentarse por la tormenta política para lograr la financiación fijada en el Estatut, en CiU se han lanzado a por un nuevo caramelo económico. Miraron hacia el norte y ahora han pasado a reclamar el eternamente envidiado concierto económico que disfrutan vascos y navarros.
Esa es la apuesta estrella de la federación nacionalista. Una medida que carece todavía de cifras concretas pero que, como refleja su programa electoral, incluyen en su estrategia para avanzar hacia el derecho a decidir. El concierto 'a la vasca' es para Mas el salto a "la soberanía financiera al servicio de mayor bienestar para los catalanes y un mayor progreso económico". Léanlo así: para los nacionalistas es la mejor venda con la que taponar los 40.000 millones de deuda que, calculan, les dejará el tripartito.
Las dudas sobre su viabilidad sin una reforma de la Constitución; la firme oposición de los dos grandes partidos españoles y el PSC a una nueva aventura económica o la falta de datos concretos, sin embargo, no parecen frenar a CiU. Tanto es así que Mas, que ya se ve sentado en su trono, ha anunciado que una de sus primeras medidas será observar el panorama durante un año y convocar después a todos los partidos catalanes para crear un frente único y negociar un nuevo pacto fiscal. Una cita que, de celebrarse, no llegaría antes de 2012, a la espera de saber quién controla la caja central.
En ERC, cuyo primer objetivo es lograr el desarrollo total de lo plasmado en el Estatut, se han sumado encantados a un plan con el que ven un avance hacia la "soberanía financiera total" y, por ende, hacia la independencia.
El programa electoral de la formación independentista, además, ve en el concierto un paño idóneo para rebajar los 22.000 millones de euros que Joan Puigcercós repite una y otra vez como el déficit con el Estado. Para ERC, el concierto económico es una meta cuyo camino debe iniciarse en 2013. Será entonces cuando Cataluña deba tener ya un nuevo sistema de financiación y cuando el soberanismo pueda ganar músculo económico: "Soberanía fiscal", "relación de estricta bilateralidad con el Estado" y gestión total del IRPF.
Estatut, Estatut, Estatut
En el PSC no sólo tachan el concierto 'a la vasca' de "inviable", sino que no se cansan de advertir que los réditos que este pueda conceder a Cataluña ya están aquí y están contenidos en su mantra de cabecera: "Estatut, Estatut, Estatut".
Los socialistas no dejan de recordar que la financiación obtenida a través del Estatut no sólo proporcionará a Cataluña "a medio plazo" los mismos beneficios que el concierto vasco y navarro, sino que es la piedra filosofal que necesitaba el territorio.
Así, durante toda la campaña el PSC no va a cejar en su empeño de recordar que la financiación permite por primera vez a Cataluña recibir fondos del Estado por encima de la media española. Un panorama al que hay que suman tres palabras: "reformas, austeridad y cohesión".
Una estrategia a la que añaden fuertes apuestas por renovar la industria tradicional catalana. Un camino que el propio Montilla ha vislumbrado en convertir Cataluña en la puerta de Europa para la fabricación de coches ecológicos y salvar a un tejido industrial que en los últimos años ha sufrido excesivas penurias.
Austeridad y adelgazar al Govern
Conscientes de que con la crisis y un 17% de paro –más de 560.000 personas- el votante no entendería ahora las promesas de antaño con grandes cifras y subvenciones como si la vaca siguiera igual de gorda, todos los partidos se apuntan a un mismo carro: la austeridad y el rigor presupuestario.
Quien mayor concreción ha mostrado hasta el momento es el PP, cuyo plan para reducir el dispendio de la Generalitat se marca una meta ambiciosa: reducir 1.900 millones de euros en gastos. Según dibujó Sánchez-Camacho hace pocos días, reducir gastos telefónicos, protocolo, subvenciones, las "embajadas" abiertas por Carod-Rovira o frenar la externalización de servicios permitiría alcanzar dicha cifra y "utilizar mejor los impuestos de los catalanes". Los populares abogan, además, por reducir en un tercio el tamaño de la Generalitat eliminando consellerias, por ejemplo.
La formación conservadora, además, se suma con euforia al resto de partidos que hasta ahora han estado en la oposición –CiU y Ciutadans- a la hora de pedir una reducción en el número de altos cargos y el personal de confianza del Govern. Se trata de uno de los caballos de batalla, junto a los informes "inútiles", que con mayor insistencia han aparecido a lo largo de la legislatura.
Reformular o eliminar impuestos
Atreverse a hablar de una subida de impuestos también parece osado cuando la liquidez escasea en las economías familiares y en las pequeñas y medianas empresas. Una idea que, cómodamente sentados en la oposición, han venido explotando CiU, PP y C’s.
Las tres formaciones coinciden en rebajar impuestos a las pequeñas empresas para que el dinero vuelva a fluir directamente en los bolsillos de los consumidores. Una moderación fiscal que funcionaría como impulsora de la economía devolverá brío al carro de la compra.
CiU y PP, además, mantienen en su punto de mira la rebaja de algunos impuestos y la eliminación de otros como el de sucesiones. Una medida criticada día sí, día también, por los partidos de izquierdas, quienes recuerdan que dicha tasa apenas afecta a una minoría de la población.
En ICV, como vienen defendiendo con fuerza desde que estallara la crisis, también reclaman la creación de un nuevo impuesto, bautizado como Impuesto sobre la Riqueza. Una forma de poner nombre a los que casi se ha convertido en lema de Joan Herrera: "Que pague más quien más tiene".
Los partidos nacionalistas, que no dan la guerra del Estatut por perdida, también mantienen una idea fija en sus objetivos. Para ellos, alcanzar la gestión de todos los impuestos que nacen en Cataluña pasa también por contar con un sólo brazo que los controle. Así, ambos partidos abogan por crear un consorcio tributario único que ate el dinero al territorio.
En busca de liquidez: 'Bonos patrióticos'
Todos los programas electorales, llenos de ambiciosas reformas, nuevos impuestos e imaginativas ayudas empresariales, sin embargo, palidecen ante la acuciante falta de liquidez del Govern.
Una situación ante la que, a poco de comenzar la campaña electoral, los actuales habitantes del Palau ya pusieron en marcha un plan urgente. Con los mercados internacionales reticentes a comprar deuda, los responsables de Economía pusieron sus ojos en el ciudadano de a pie.
A un precio de 1.000 euros y un interés del 4,75% -por encima de la media del mercado-, los conocidos como 'bonos patrióticos' han resultado ser todo un éxito. La oferta inicial de 1.600 millones se tuvo que aumentar hasta los 3.000 por la enorme demanda, que ha superado, según las últimas cifras conocidas, los 7.000 millones.
La medida, que para CiU, PP y C's constataba lo famélicas que están las arcas públicas, es ahora esgrimida por casi todos como una opción más que recomendable. Artur Mas, muy crítico con el "exagerado" interés que pagará el Govern por los bonos, ha anunciado que estudia la posibilidad de poner a la venta una nueva emisión de deuda pública.
Leer aquí: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/19/barcelona/1290155490.html
Elecciones Catalanas
Economía: entre el concierto 'a la vasca' y la fidelidad al Estatut
Publicado 19/11/2010
Javier Oms
Barcelona
La nueva financiación de Catalunya es una amante pasajera: fue muy deseada, se la colmó de elogios pero ahora, superada la fase de enamoramiento febril, empieza a ser olvidada por algunos de sus pretendientes. No por todos, pero sí por quienes necesitan un amor más fogoso.
La crisis ha azotado de tal manera a las cuentas catalanas que el nuevo modelo, fuente inagotable de polémicas, ha quedado para muchos en apenas un parche. La pérdida de ingresos –especialmente por la destrucción del mercado inmobiliario -ha desbaratado planes de futuro y ha disparado el déficit –sale más dinero del que entra-, provocando que los partidos tengan como objetivo frenar, como sea, la hemorragia. Así se han lanzado a ofrecer medidas, muchas de las viejas conocidas, otras todavía inconcretas.
El concierto económico, estrella invitada
Lejos de amedrentarse por la tormenta política para lograr la financiación fijada en el Estatut, en CiU se han lanzado a por un nuevo caramelo económico. Miraron hacia el norte y ahora han pasado a reclamar el eternamente envidiado concierto económico que disfrutan vascos y navarros.
Esa es la apuesta estrella de la federación nacionalista. Una medida que carece todavía de cifras concretas pero que, como refleja su programa electoral, incluyen en su estrategia para avanzar hacia el derecho a decidir. El concierto 'a la vasca' es para Mas el salto a "la soberanía financiera al servicio de mayor bienestar para los catalanes y un mayor progreso económico". Léanlo así: para los nacionalistas es la mejor venda con la que taponar los 40.000 millones de deuda que, calculan, les dejará el tripartito.
Las dudas sobre su viabilidad sin una reforma de la Constitución; la firme oposición de los dos grandes partidos españoles y el PSC a una nueva aventura económica o la falta de datos concretos, sin embargo, no parecen frenar a CiU. Tanto es así que Mas, que ya se ve sentado en su trono, ha anunciado que una de sus primeras medidas será observar el panorama durante un año y convocar después a todos los partidos catalanes para crear un frente único y negociar un nuevo pacto fiscal. Una cita que, de celebrarse, no llegaría antes de 2012, a la espera de saber quién controla la caja central.
En ERC, cuyo primer objetivo es lograr el desarrollo total de lo plasmado en el Estatut, se han sumado encantados a un plan con el que ven un avance hacia la "soberanía financiera total" y, por ende, hacia la independencia.
El programa electoral de la formación independentista, además, ve en el concierto un paño idóneo para rebajar los 22.000 millones de euros que Joan Puigcercós repite una y otra vez como el déficit con el Estado. Para ERC, el concierto económico es una meta cuyo camino debe iniciarse en 2013. Será entonces cuando Cataluña deba tener ya un nuevo sistema de financiación y cuando el soberanismo pueda ganar músculo económico: "Soberanía fiscal", "relación de estricta bilateralidad con el Estado" y gestión total del IRPF.
Estatut, Estatut, Estatut
En el PSC no sólo tachan el concierto 'a la vasca' de "inviable", sino que no se cansan de advertir que los réditos que este pueda conceder a Cataluña ya están aquí y están contenidos en su mantra de cabecera: "Estatut, Estatut, Estatut".
Los socialistas no dejan de recordar que la financiación obtenida a través del Estatut no sólo proporcionará a Cataluña "a medio plazo" los mismos beneficios que el concierto vasco y navarro, sino que es la piedra filosofal que necesitaba el territorio.
Así, durante toda la campaña el PSC no va a cejar en su empeño de recordar que la financiación permite por primera vez a Cataluña recibir fondos del Estado por encima de la media española. Un panorama al que hay que suman tres palabras: "reformas, austeridad y cohesión".
Una estrategia a la que añaden fuertes apuestas por renovar la industria tradicional catalana. Un camino que el propio Montilla ha vislumbrado en convertir Cataluña en la puerta de Europa para la fabricación de coches ecológicos y salvar a un tejido industrial que en los últimos años ha sufrido excesivas penurias.
Austeridad y adelgazar al Govern
Conscientes de que con la crisis y un 17% de paro –más de 560.000 personas- el votante no entendería ahora las promesas de antaño con grandes cifras y subvenciones como si la vaca siguiera igual de gorda, todos los partidos se apuntan a un mismo carro: la austeridad y el rigor presupuestario.
Quien mayor concreción ha mostrado hasta el momento es el PP, cuyo plan para reducir el dispendio de la Generalitat se marca una meta ambiciosa: reducir 1.900 millones de euros en gastos. Según dibujó Sánchez-Camacho hace pocos días, reducir gastos telefónicos, protocolo, subvenciones, las "embajadas" abiertas por Carod-Rovira o frenar la externalización de servicios permitiría alcanzar dicha cifra y "utilizar mejor los impuestos de los catalanes". Los populares abogan, además, por reducir en un tercio el tamaño de la Generalitat eliminando consellerias, por ejemplo.
La formación conservadora, además, se suma con euforia al resto de partidos que hasta ahora han estado en la oposición –CiU y Ciutadans- a la hora de pedir una reducción en el número de altos cargos y el personal de confianza del Govern. Se trata de uno de los caballos de batalla, junto a los informes "inútiles", que con mayor insistencia han aparecido a lo largo de la legislatura.
Reformular o eliminar impuestos
Atreverse a hablar de una subida de impuestos también parece osado cuando la liquidez escasea en las economías familiares y en las pequeñas y medianas empresas. Una idea que, cómodamente sentados en la oposición, han venido explotando CiU, PP y C’s.
Las tres formaciones coinciden en rebajar impuestos a las pequeñas empresas para que el dinero vuelva a fluir directamente en los bolsillos de los consumidores. Una moderación fiscal que funcionaría como impulsora de la economía devolverá brío al carro de la compra.
CiU y PP, además, mantienen en su punto de mira la rebaja de algunos impuestos y la eliminación de otros como el de sucesiones. Una medida criticada día sí, día también, por los partidos de izquierdas, quienes recuerdan que dicha tasa apenas afecta a una minoría de la población.
En ICV, como vienen defendiendo con fuerza desde que estallara la crisis, también reclaman la creación de un nuevo impuesto, bautizado como Impuesto sobre la Riqueza. Una forma de poner nombre a los que casi se ha convertido en lema de Joan Herrera: "Que pague más quien más tiene".
Los partidos nacionalistas, que no dan la guerra del Estatut por perdida, también mantienen una idea fija en sus objetivos. Para ellos, alcanzar la gestión de todos los impuestos que nacen en Cataluña pasa también por contar con un sólo brazo que los controle. Así, ambos partidos abogan por crear un consorcio tributario único que ate el dinero al territorio.
En busca de liquidez: 'Bonos patrióticos'
Todos los programas electorales, llenos de ambiciosas reformas, nuevos impuestos e imaginativas ayudas empresariales, sin embargo, palidecen ante la acuciante falta de liquidez del Govern.
Una situación ante la que, a poco de comenzar la campaña electoral, los actuales habitantes del Palau ya pusieron en marcha un plan urgente. Con los mercados internacionales reticentes a comprar deuda, los responsables de Economía pusieron sus ojos en el ciudadano de a pie.
A un precio de 1.000 euros y un interés del 4,75% -por encima de la media del mercado-, los conocidos como 'bonos patrióticos' han resultado ser todo un éxito. La oferta inicial de 1.600 millones se tuvo que aumentar hasta los 3.000 por la enorme demanda, que ha superado, según las últimas cifras conocidas, los 7.000 millones.
La medida, que para CiU, PP y C's constataba lo famélicas que están las arcas públicas, es ahora esgrimida por casi todos como una opción más que recomendable. Artur Mas, muy crítico con el "exagerado" interés que pagará el Govern por los bonos, ha anunciado que estudia la posibilidad de poner a la venta una nueva emisión de deuda pública.
Leer aquí: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/19/barcelona/1290155490.html
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