12/11/2010 - Blogs - En la caravana electoral - Contra la polarización CiU-PSC

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En la caravana electoral
Contra la polarización CiU-PSC
Publicado 12/11/2010
Iñaki Ellakuría

Arranca una campaña que ya parece eterna tras largos meses repletos de mítines, coloquios, desayunos y festejos varios. Los partidos catalanes, temerosos que el vencedor del 28-N sea la abstención, han bombardeado a la población con todo tipo de promesas y eslóganes, creando una atmósfera de perenne contienda electoral que, incluso, ha dejado exhaustos a los candidatos: José Montilla, Artur Mas y Alícia Sánchez-Camacho llevan varios días “dopándose” con cortisona para que el resfriado que arrastran no les deje sin voz. Su gran temor es el debate de candidatos en TV3, donde la pasión de Josep Cuní por el aire acondicionado puede causar estragos.

Emerge la campaña y con ella la lluvia de promesas, mensajes fast food, visita en caravana hasta el último rincón de Catalunya y (sobre todo que no falte, abrazos y muchas sonrisas) con el fin de mantener la tensión y lograr que, al menos sus simpatizantes, acudan a las urnas. Un objetivo poco ambicioso pero realista. La atmósfera en la calle no está para echar cohetes; la desafección política se agudiza.

Un escenario electoral que se complica, un poco más si cabe, para PP, ERC, ICV y C’s, que tendrán otra adversidad que combatir: la fuerte polarización CiU-PSC de la campaña. Llega la hora de la verdad para tres debutantes en estas lides: Alícia Sánchez-Camacho, Joan Puigcercós y Joan Herrera, que no están dispuestos a ser meras comparsas. La presidenta del PP catalán, una vez pacificado el partido y “expulsados” de su lado a Daniel Sirera y adláteres, se ha marcado el reto de convertir a los populares en el tercer partido del Parlament, como ya ocurrió con Alejo Vidal-Quadras en 1995, y dejen de tener un papel residual en el escenario político catalán.

Para esta misión contarán con la presencia casi permanente en la campaña del presidente del PP, Mariano Rajoy, y otros líderes populares con tirón como María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría o Antonio Basagoiti. Además el PP está decidido a hablar “alto y claro”, pese a la lluvia de críticas que ya está recibiendo, en su defensa de una política de mano dura con la inmigración ilegal y en defensa de que el castellano no sea marginado en las instituciones catalanas.

Un desembarco de líderes populares que busca transmitir al votante popular la idea de que el cambio político en España -Operación echar a Zapatero-, empieza en Catalunya el 28-N. Por el momento los sondeos son moderadamente optimistas con el PP e indican una ligera subida de votos, pasando de los 14 escaños actuales a 16 o 17.

Si Sánchez-Camacho se la juega, no le va a la zaga Joan Puigcercós. El presidente de ERC salió victorioso de su larga y cruenta batalla interna con Josep Lluís Carod-Rovira, al que obligó a jubilarse anticipadamente. Puigcercós consiguió así un viejo sueño: ser la única voz de ERC. Ahora deberá demostrar en las urnas que los militantes republicanos no se equivocaron entregándole las riendas del partido. Los augurios, empero, no son nada buenos y en las filas republicanas temen no poder frenar una decadencia electoral que empezó en las pasadas elecciones generales y se continuó en las europeas. Por el momento y con los sondeos en la mano, los republicanos (que han empleado como lema de precampaña (Gente Valiente) podrían pasar de los 21 diputados actuales a 12 diputados. La irrupción de nuevas formaciones independentistas es un obstáculo añadido para ERC, que ha radicalizado su discurso, dando por muerto el estado autonómico y planteando un referéndum de secesión para la próxima legislatura.

¿Y los ecosocialistas? La sustitución de Joan Saura por Joan Herrera (”el noi de la bicicleta”) ha generado cierta euforia en un partido, protagonista de las mayoría de crisis del tripartito en esta legislatura (ley educación, actuación mossos, impuesto de sucesiones…). Las encuestas vaticinan que pueden ser los únicos del tripartito que no paguen por estos cuatro años de desunión y conflictos en el seno del Govern y lograrían mantener sus 12 escaños.

El sexto partido en discordia, Ciutadans, después de sufrir la deserción de Antonio Robles y José Domingo, y que muchos vaticinaran la desaparición del proyecto liderado por el joven (pero cada vez menos) Albert Rivera tras el 28-N, parece haberse hecho un hueco entre el electorado catalán. Los sondeos, al menos, están de su lado: auguran que mantendrá sus tres diputados o incluso subir a cinco. Empieza la batalla por la Generalitat y nosotros estaremos en las caravanas, junto a los candidatos, para informar.

Leer aquí: http://blogs.lavanguardia.es/en-la-caravana-electoral/2010/11/11/contra-la-polarizacion-ciu-psc/