20/09/2010 - Economía - Opinión - El exprimidor de la clase media

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El exprimidor de la clase media
Publicado 20/09/2010

Qué tiempos aquellos en que Zapatero creía que bajar los impuestos era de izquierdas

El exprimidor o juguera es un invento que tiene poco más de un siglo y su creador fue un afroamericano de Nueva York, llamado John Thomas White. Ese tipo de largas barbas blancas, que contrastaban con el color negro de su piel, ideó un artilugio de madera, que funcionaba con la presión de la mano, al que llamó lemon squeezer, de lo que se puede deducir que el inspirador fue el limón y no la naranja. La vicepresidenta Elena Salgado ha diseñado una versión del artefacto, que podría denominar el middle class squeezer (el exprimidor de la clase media). En pocos meses, ha despachado de un plumazo la deducción de 400 euros a los que cobran más de 18.000 euros, ha elevado los rendimientos del capital en el IRPF, ha subido el IVA dos puntos y ahora nos anuncia el aumento del tipo marginal del impuesto de la renta hasta el 47%.

Qué tiempos aquellos en los que José Luis Rodríguez Zapatero creía que bajar los impuestos era de izquierdas. Ahora que los sube, o se nos ha vuelto de derechas o se le ha traspapelado la hoja de ruta. Los impuestos crecen como la espuma, especialmente el IRPF para ese colectivo llamado "las rentas más altas", que no dejan de ser meros asalariados. En Catalunya, eso mismo se le ocurrió al tripartito tres meses antes, que anunció incrementos del 2,5% en dos tramos sucesivos. La subida del IRPF no es exactamente un incremento de impuestos a los más ricos, pues esos no dependen de una nómina. Serán 200.000 los afectados por la nueva disposición gubernamental, uno de cada diez declarantes.

Trabajar 15 de cada 30 días para el Gobierno no es ninguna broma, pero si a eso se suma la Seguridad Social, los impuestos indirectos, el IVA, los impuestos especiales, el pago de sucesiones, donaciones e impuestos municipales, resulta que las clases medias ingresarán poco más de uno de cada tres euros que obtengan con su trabajo diario. Se da la circunstancia de que este colectivo supera el listón de ingresos para poder acceder a muchos servicios que ofrece el Estado de bienestar, así que esta nueva vuelta del exprimidor puede castigar seriamente su capacidad de gasto. Nuestros dirigentes quieren que consumamos casi como un mandato institucional, pero existen evidentes dificultades de poderlo hacer si nos vacían el monedero. En cambio, el Gobierno descarta un impuesto para grandes fortunas, por temor a que su dinero acabe saliendo del país.

Por más que se esfuerce el Gobierno en decir que la medida no es recaudatoria, sino que persigue más equidad fiscal, el argument

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