05/02/2009 - Expansión - FINANCIACIÓN - Solbes y Cataluña pactan resucitar Sucesiones para las grandes fortunas.

Expansión
FINANCIACIÓN
Solbes y Cataluña pactan resucitar Sucesiones para las grandes fortunas.

El gravamen sobre las herencias ha sido eliminado recientemente en Austria y Alemania.
Las comunidades del PP han anunciado que rechazarán cualquier subida de los impuestos.

Publicado el 05-02-09

Por C. Cuesta / D. Gracia

La reforma de la financiación autonómica todavía guarda sorpresas. El Gobierno está dispuesto a incluir nuevos puntos al último documento de bases. Cataluña ha recibido garantías de que se obligará a las autonomías a recuperar un mínimo del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Un tributo que casi había desaparecido en Madrid, Murcia, La Rioja, Comunidad Valenciana, Castilla y León (gobernadas por el PP) y Cantabria; y que sufrió recortes muy importantes en otras regiones como Baleares, Aragón y Castilla-La Mancha.

Esta idea de establecer una nueva base común del Impuesto que castiga las herencias y donaciones en vida ya venía recogida en el programa electoral del PSOE –como adelantó EXPANSIÓN el 26 de enero de 2008–. Aunque el documento recién presentado por Solbes como esqueleto de la nueva financiación autonómica no incluye ni una sola línea de este asunto.

La idea sigue viva y cuenta con el respaldo del PSC y del PSOE en Ferraz. Es más, el plan se encuentra medianamente avanzado y hay consenso con el vicepresidente Solbes para que se regule esa obligatoriedad de recuperar un tipo impositivo básico del Impuesto de Sucesiones. Las autonomías podrían regular un mínimo exento dentro de una horquilla (de forma que entre el 80% y el 90% de las herencias no pagasen impuesto), pero los patrimonios más elevados deberían volver a pagar a Hacienda.

Orientaciones técnicas
El debate ya cuenta incluso con orientaciones técnicas sobre el tipo a fijar. Entre las opiniones se encuentra la de determinar un gravamen entre un 10% y un 18%, de forma que se acerque al cobro fiscal por las rentas del capital establecido en el Impuesto sobre la Renta.

El gobierno regional de Madrid, que abanderó la supresión de este impuesto, ha trasladado a los empresarios en los últimos meses su firme voluntad de bloquear cualquier iniciativa del Ministerio de Hacienda para establecer un “mínimo común” para Sucesiones y Donaciones.

Oposición que cuenta con el respaldo de otras autonomías. Responsables del Ejecutivo de Castilla y León insisten también en que “es un contrasentido hablar de mayor corresponsabilidad fiscal para las comunidades y, después, plantear una vuelta atrás en el Impuesto de Sucesiones”. Sobre todo porque, en un momento de crisis como el actual, incrementar la presión fiscal de los contribuyentes puede tener un efecto negativo sobre el consumo.

A pesar de los intereses particulares que rigen en cada región, las autonomías populares sí parecen de acuerdo en mostrar un rechazo unánime a cualquier propuesta del Gobierno que conlleve una subida de impuestos.

Segundo golpe
El vicepresidente económico Solbes ha reiterado desde el inicio del debate financiero que “cada uno debe asumir su responsabilidad y no limitarse a pedir más recursos al Estado”. Para el ministro de Hacienda, “no es razonable que [algunos gobiernos regionales] bajen los impuestos al tiempo que piden más recursos al Estado”.

Una de las claves del futuro modelo de financiación territorial pasa por dar poder a las comunidades para que eleven el tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta (IRPF) –a través de la reducción de las deducciones personales y familiares– y el IVA que pagan los consumidores.

No obstante, el texto remitido a las autonomías subraya que “la capacidad tributaria” de cada una “se define como el conjunto de los recursos tributarios [tasas y tributos cedidos total o parcialmente]”. Es decir, los impuestos, y aclara que esta capacidad se medirá “en términos normativos”.

O, lo que es lo mismo, que si una comunidad ha decidido bajar sus impuestos, será ella la que tenga el hipotético problema de falta de recaudación, puesto que, a efectos del sistema de financiación general se considerará que ese territorio ha prescindido voluntariamente de ingresos y que, por lo tanto, ello no le dará a derecho a más parte del pastel estatal para financiar sus gastos en sanidad, educación o servicios sociales básicos.

Europa camina en sentido contrario
El Impuesto de Sucesiones y Donaciones es un tributo cedido a las comunidades. Éstas poseen el 100% de la recaudación y capacidad normativa para modificarlo. Algunas autonomías casi lo han suprimido, dejando un tipo marginal del 1%. Pero la capacidad real para eliminarlo o de fijar unas nuevas bases comunes sigue en manos del Ejecutivo central. La idea de resucitar un mínimo choca con las últimas reformas lanzadas en otros países.

En Alemania, por ejemplo, las viudas, viudos e hijos de éstos pueden heredar desde el 1 de enero viviendas y sociedades sin pagar el Impuesto. Austria también abolió en verano el tributo, señala la Asociación Madrileña de Empresa Familiar. Ambas reformas han sido motivadas por sentencias constitucionales.

Leer el original en "Expansión": http://www.expansion.com/2009/02/04/economia-politica/1233784339.html