20/11/2009 - ABC.ES - Opinión en Cataluña - El disputado voto propio

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Opinión en Cataluña
El disputado voto propio
Publicado 20/11/2009
MARIA ANTONIA PRIETO

Durante años, los estrategas electorales han desatendido al votante fiel, dando por hecho que éste siempre acaba tragándose los escrúpulos y acude, incansable, a depositar su papeleta en las urnas. Pues bien, tanto se ha abusado de la buena fe de los ciudadanos, tanto han tensado la cuerda los partidos y las instituciones catalanas y tanta es la distancia que separa a los unos de los otros, que la clave de la próxima contienda electoral ya no estará en dar con la fórmula para arañar votos al de al lado o para atrapar a los «indecisos» —el sector más mimado en las campañas, junto con el denominado «voto útil»—, sino en conseguir que «el voto propio» acuda también esta vez a las urnas.

La desmovilización de este voto afecta principalmente al PSC y a ERC, dos formaciones que (no hagan caso de las caras de póker) aspiran a reeditar un tercer tripartito. Es un hecho, sustentado en los niveles de abstención de los últimos años, que las bases socialistas han empezado a acusar el cansancio y es más que probable que no sean del todo inmunes a los escándalos de corrupción en pleno corazón socialista y a la percepción cada vez más extendida de que «no hi ha un pam de net».

Tal como está el patio, José Montilla podrá darse con un canto en los dientes si el responsable electoral del PSC, José Zaragoza, y el socialista que todo lo sabe, Miquel Iceta, logran diseñar una estrategia que levante la moral del votante de toda la vida.

Las campañas a «lo reservoir dogs» apelando al voto del miedo —«Si tú no vas, ellos vuelven», rezaban aquellos carteles donde se recreaba a los asesinos de Tarantino con las caras de Rajoy, Acebes y Zaplana— no tienen sentido con el alcalde de Santa Coloma de Gramenet, Bartomeu Muñoz, entre rejas.

La creatividad socialista deberá ir por otros derroteros ahora que la corrupción se ha colado por la puerta de atrás de la calle Nicaragua porque, tal como están los ánimos y las encuestas, esto no lo arregla ni la línea de perfumes y fragancias socialistas de Manuela de Madre. Si a Zaragoza se le había ocurrido «vestir» a Alicia Sánchez-Camacho con los trajes de Camps y los relojes de Costa o meditaba colgar vallas de Artur Mas encajadito entre Àngel Colom y Fèlix Millet, tendrá que pensarlo dos veces.

El caso de Esquerra es distinto. El PSC lucha contra la renuncia —su votante de siempre no le abandonará por otro, «tan sólo» amenaza con quedarse en casa y provocar una abstención histórica—, mientras que la formación de Joan Puigcercós lucha contra la deserción. El votante independentista no es tan fiel como el socialista y, además, tiene dónde elegir si quiere expresar su enfado. Que CiU y Reagrupament se quedarán con una parte del viejo voto republicano —el que no perdona haber entregado la Generalitat al socialista Montilla— ya parece inevitable. Dado que Carretero es tan de derechas como Mas, a Puigcercós le queda la baza del discurso social, pero tiene sus riesgos, claro.

Suerte que ahí está el Gobierno de la Generalitat para echar una mano en lo que haga falta. La reforma de la ley electoral, las apresuradas iniciativas anticorrupción, la rebaja del impuesto de sucesiones... Las medidas con efecto balsámico se cotizarán al alza en los próximos meses. Todo con tal de evitar una abstención que cuestione la totalidad del sistema. Eso sí sería un descalabro electoral.

Leer aquí: http://www.abc.es/20091120/nacional-catalunya-opinion/disputado-voto-propio-200911202137.html