11/11/2009 - EL DEBAT.CAT - El Impuesto de Sucesiones, más serenidad y menos demagogia

EL DEBAT.CAT
El Impuesto de Sucesiones, más serenidad y menos demagogia
Publicado 11/11/2009
Laia Ortiz. Portavoz de Iniciativa per Catalunya Verds

Estos días los impuestos son en el centro del debate político y mediático. Ésta no sería una mala noticia si no fuera porque el debate ha venido marcado por los erráticos planteamientos del Gobierno Zapatero, que impiden hacer pedagogía desde la izquierda sobre la necesidad de avanzar hacia una reforma fiscal más justa y solidaria y ha permitido a la derecha política, económica y mediática hacer populismo fácil con sus recetas de siempre.

Pero a Catalunya la amenaza de rebajas fiscales también llega. Y desde el punto de vista del sentido común tiene una dimensión más perversa. Quien se podría imaginar que el debate de política general en el Parlament y también el debate sobre presupuestos dedicaría tiempo y titulares a hablar del Impuesto de Sucesiones. Cuando nos llega la noticia del crecimiento del número de parados, con el aumento de los riesgos de exclusión social para muchos ciudadanos y ciudadanas, cuando los ingresos tributarios de la Generalitat caen un 24% y las finanzas tienen serias dificultades por abordar unas necesidades sociales que crecen exponencialmente, parece ser que la máxima preocupación de algunos sectores es la rebaja del impuesto de sucesiones. Un debate que se ha escenificado con demasiado dramatismo, en tono populista y con discursos poco rigurosos.

Por eso creo que es importante que desde la izquierda no caigamos en la trampa y nos dejemos llevar, como algunos ya parece que hacen, por esta retórica fácil. Tenemos que saber explicar la necesidad de tener un sistema fiscal justo y fuertemente progresivo. Es cierto que es un impuesto que hay que reformar, tiene una estructura caduca y hace falta actualizarlo a la realidad y, sobre todo, hacerlo más justo con el fin de asegurar que paguen aquéllos que lo tienen que pagar (las rentas altas), para evitar la picaresca fiscal y también para reducir o eliminar su impacto sobre las clases populares.

En Catalunya no tenemos poder normativo sobre muchos impuestos directos. Incidimos sólo sobre el tramo autonómico del IRPF y sobre el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Y son estas figuras impositivas, las directas, las que nos permiten redistribuir la riqueza en una sociedad desigual. Precisamente ante la demagogia existente en torno al impuesto de sucesiones y sobre su supuesta injusticia hace falta que desmontemos tópicos:

- ¿Es un impuesto que discrimina a los catalanes y catalanas? No. El ISD se cedió a las CCAA el año 2001. Algunas han apostado por suprimir el impuesto. Desde Catalunya no podemos contribuir a la carrera de rebajas fiscales. Si queremos autogobierno y poder tributario es para ejercerlo, tener recursos y dar servicios públicos, y no para reducir nuestra capacidad fiscal. Además, el hecho de que Catalunya haga un esfuerzo fiscal superior a otras CCAA ha sido fundamental para llegar a un buen acuerdo de financiación, ya que es uno de los criterios marcados por el Estatut en el nuevo modelo de financiación.

- ¿Es un impuesto obsoleto y que se está eliminando en todas partes? No. El referente comparativo de CiU y PP son CCAA como Madrid o Valencia. Desde de ICV entendemos que los referentes los tenemos que encontrar en Europa. Si queremos políticas sociales con estándares europeos tenemos que tener en cuenta que en la UE-15 la gran mayoría de los países mantienen y preservan el impuesto de sucesiones. Un ejemplo claro es la correlación positiva existente entre aquellas CCAA que mantienen una recaudación significativa y el número de personas dependientes atendidas en estas comunidades.

- ¿Es un impuesto injusto? Esta figura impositiva está grabando un incremento gratuito de la renta o el patrimonio. Por lo tanto no penaliza el trabajo sino que contribuye a reducir los efectos de la herencia en la perpetuación de desigualdades y, por lo tanto, a mejorar la equidad entre los miembros de una misma generación.

- ¿Es un impuesto que afecta principalmente a las rentas medias y bajas? No. Precisamente es el impuesto con más capacidad redistributiva. Los estudios existentes indican que el 88% de la recaudación proveniente del impuesto de sucesiones proviene del tramo de renta superior, del 15% de los contribuyentes, es decir, de los que reciben más de 400.000 euros.

- ¿El Gobierno de Entesa no ha hecho nada para mejorar el impuesto? Desde el 2003 se han hecho reformas parciales para contribuir a la equidad en las sucesiones. En 2007 se dio un paso adelante y se amplió el límite de reducción para la transmisión de la vivienda habitual del causante. Por tanto, si se hereda la vivienda habitual del padre / madre o hijo / hija, valorada en menos de 500.000 € se está exento de pagar sucesiones. Este es el caso que afecta a la gran mayoría de la ciudadanía y por tanto, excepto en el caso de viviendas de lujo, la gran mayoría no se verán afectados por el impuesto. Es cierto sin embargo, que todavía hay que mejorar aspectos para que esta reducción afecte también a las personas que lo han de poner en alquiler para pagar una residencia y otros casos concretos en los que hay que introducir medidas de equidad.

- ¿Hay que reducirlo para evitar que los ciudadanos se empadronen en otras CCAA? Los datos de recaudación demuestran que los ingresos por el impuesto de sucesiones no han fluctuado según la situación económica y han mantenido una tendencia al alza. Se prevé que en 2009 la Generalitat ingresará más de 900 millones de euros en concepto de ISD, que en un momento de caída importante en la recaudación tributaria son un elemento clave para mantener el gasto social necesaria en tiempos de crisis. En todo caso, hay que abordar una armonización a nivel estatal y combatir el fraude, una cuestión pendiente en la política fiscal en España y también aquí en Catalunya.

Por eso hay que exigir un debate sereno y riguroso. Desde ICV defendemos la necesidad de llevar a cabo una reforma en profundidad que garantice la vigencia del impuesto, que haga que el grueso de contribuyentes de clase trabajadora no lo tengan que pagar pero, en cambio, se mantenga la recaudación, se garantice que las rentas altas lo paguen y se combata la picaresca fiscal de los grandes patrimonios. De todas formas, nos debería hacer reflexionar el hecho de que en plena crisis económica, desde la derecha y algunos sectores que se llaman de izquierdas, se ponga sobre la mesa la eliminación de un impuesto que penaliza a los privilegios de la herencia.

Lo que toca desde la izquierda es hacer pedagogía y resistencia. Los impuestos son la base de la construcción de los estados. Son una inversión de presente y de futuro. Si queremos un país avanzado, moderno y equitativo esto significa invertir (contribuir) en este país que queremos. El patriotismo se demuestra así. Algunos, que se lo hagan mirar...

Leer aquí: http://www.eldebat.cat/cast/viewer.php?IDN=21420

http://www.eldebat.cat/cat/notices/2009/11/l_rsquo_impost_de_successions_mes_serenitat_i_menys_demagogia_59093.php