27/09/2009 - EL ADELANTADO.com - SEGOVIA - Opinión - Los catalanes

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Los catalanes
Publicado el 27/09/2009
Alfredo Martínez Marín,
Barcelona

Escribo este artículo en plena celebración de la Diada, el Día Nacional de Cataluña. El 11 de septiembre se ofrecen flores al monumento a Rafael de Casanovas, un catalán que defendió en la guerra de Sucesión española en los tiempos de Felipe V a la dinastía de los Austrias. era un abogado que recibió el perdón real tras perder la guerra sucesoria y que el catalanismo adoptó como referente de sus demandas.

Se que afronto un tema muy poco popular, ya que la impopularidad de los catalanes fuera de su territorio está creciendo considerablemente. De ahí que me atreva a comentarlo o quizás me sienta un poco obligado a ello. Es verdad que no es nuevo, pero de un tiempo a esta parte está aumentando la animadversión de casi toda España para lo que es o signifique Cataluña. Decir que eres catalán o vives en Cataluña genera primeramente un sentimiento de rechazo, y eso es preocupante, muy preocupante.

La nueva distribución de los presupuestos con unas mayores cantidades para Cataluña no ayudan a su popularidad. El reparto del dinero a las Comunidades autónomas ha sido utilizado por casi todos de manera muy particular y ha vuelto a colocar a Cataluña en el punto de mira.

La reciente manifestación encabezada por Laporta promoviendo la independencia o el Referéndum de Areyns de Mar, fomentan más odio y desprecio del resto de España. Lo entiendo. Pero Cataluña no es Laporta, ni Carod Rovira, ni el tripartito, por suerte es mucho más y tiene muchos más pensamientos e ideologías.

Cataluña es una Comunidad con sus especialidades, mal que le pese a alguno, con su forma de pensar, pero con gentes que en su mayoría se sienten españoles y no deben sentir el rechazo del resto del país para no distanciar aún más estos territorios. Si cometemos el error de meter en el mismo saco a todos y dar por perdida la causa, entonces le daremos la razón a todos estos que creemos son los responsables del actual distanciamiento, los Carod Rovira, Laporta, y demás secesionistas.

Sí he de decir que muchas veces se prejuzga a los catalanes o se analiza a los catalanes con severidad y sin valorar sus opiniones. Mirándolo desde Barcelona y cuando se habla de presupuestos del estado y de que sí van mas o menos millones que otros años o que si tal o cual esfuerzo fiscal, no es tan fácil como parece. Cada uno defiende sus derechos, pero hay muchos temas en que los catalanes se quejan y no les falta razón. ¿Acaso no es Barcelona la única gran capital sin autovía y que se comunica con Madrid, y ojo, la mayoría de ciudades a través de autopistas de peaje? ¿Otro ejemplo es el AVE cuya tardanza con respecto a Sevilla es de 17 años a pesar de ser la segunda ciudad del país? También en Cataluña las gasolinas se pagan un par de céntimos más caros que en el resto de España por no se qué impuesto, litro a litro. Como también existe el impuesto de sucesiones, es el único lugar de España, por el que cuando se hereda se tiene que pagar una cantidad importante para recibir la herencia. Y como estos ejemplos otros muchos. No quiero, por favor, con esto justificar la impresentable actuación del tripartito catalán con sus embajadas en el extranjero, sus gastos superfluos y doble administración, amén de delirios de grandeza que padecen. No, quiero precisamente que sepamos deslindar una cosa de la otra. Ni debemos mirar con recelo a los catalanes por el simple hecho de serlo ni por eso todos los que viven aquí comulgan con ideas independentistas como Carod o Laporta. No hagamos un flaco favor a la relación de Cataluña con el resto de España.

Si ya de por sí algunos pueden sentirse desplazados, no hagamos el caldo gordo a los Carod Rovira y compañía y sí ya de por si existen diferencias, no ayudemos a distanciar a unos de otros. No prejuzguemos ni pensemos que todo lo que llega de Cataluña es separatista, independentista o negativo. Si lo hacemos acabaremos rompiendo la fina tela de araña que para muchos une Cataluña con el resto de España, por desgracia.

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