HERENCIAS - EL PERIODICO 26/5/2009

jordibonet escrigué:No parla d'altres comunitats, .....

... I de que pugui ser un torpedo teledirigit, potser, però em sembla que les preferencies polítiques d'aquesta persona no son per cap dels que composen el triparit, mes aviat em sembla que les te per els aspirants.

Doncs es un problema si no parla d'altres comunitats. Aquí sempre buscant solucions "sui generis" quan tot està ja inventat per altres comunitats.

I si l'autor de l'article es dels aspirants, encara pitjor. Estan preparant la marxa enrere?

De moment, el senyor Duran en el seu blog on el 21/05/09 deia "digo":
"... El lunes [18/05/09], en la ejecutiva de la federación de Convergència i Unió quedamos en volver a presentar una propuesta de supresión en el Parlamneto de Catalunya. ..."
ara a 27/05/09, diu "Diego":
"... a la darrera Comissió Executiva de CiU ... ... vaig dir que ara era el moment de presentar-ho al Parlament català. Jo no sabia que n'havíem presentat ja una recentment ..."

Com pot dir això a l'executiva d'un partit, dos membres de la qual van presentar la proposta del mes de març i que no li adverteixin?

Faig vots per a que tot plegat siguin imaginacions meves. S'admeten apostes.

No parla d'altres comunitats, però diu el següent:

que gravara de manera justa y equitativa a todos los ciudadanos en función del patrimonio heredado

Com no veig que l'article estigui redactat en clau autonòmica, entenc prou explicit aquest "todos".

I el que proposa se que no satisfà les nostres aspiracions, però trobo que es un pas endavant. Potser hauría sigut mes clar si hagues quantificat aquesta "exención suficiente" que ell proposa, ja que "el piso, el apartamento en la costa y unos ahorrillos" poden valdre 1 o 1000.

I de que pugui ser un torpedo teledirigit, potser, però em sembla que les preferencies polítiques d'aquesta persona no son per cap dels que composen el triparit, mes aviat em sembla que les te per els aspirants.

Siento disentir, yo no veo ningún respaldo en este artículo.

Veamos:

Hablando del crack del mercado inmobiliario dice:

Durante los años previos a la crisis, un sentido de verdad superior se impuso a consideraciones cargadas de racionalidad y sentido común. Así ha ocurrido en el sector inmobiliario, donde cualquier observador racional opinaba que el mercado explosionaría y que era mejor desacelerarlo.
Pero esa verdad superior se impuso: ¿por qué desacelerar si los precios de los bienes se multiplican año tras año?

Una vez desacreditada la verdad superior dice, hablando del Impuesto de Sucesiones:

Esta misma verdad superior indica que debe eliminarse el impuesto de sucesiones. Al fin y al cabo, argumentan, es un impuesto que solo grava a clases medias, que ya tienen bastante con soportar la mayor parte de la carga fiscal.

Así que, después de equipararnos a los que hincharon la burbuja inmobiliaria, deja su tesis bien clara:

Pero, ¿tiene sentido no gravar en absoluto la transmisión de riqueza de una generación a otra y sí las rentas fruto del trabajo con impuestos como el IRPF o el de sociedades? ¿Qué dicen al respecto todas las iniciativas dedicadas a promover la ética en nuestra economía y sociedad? Protegiendo, con sensatez, la actividad productiva, ¿no sería más razonable abordar una reforma en profundidad del impuesto de sucesiones que gravara de manera justa y equitativa a todos los ciudadanos en función del patrimonio heredado con una exención suficiente para los patrimonios familiares menores, es decir, el piso, el apartamento en la costa y unos ahorrillos? Pues no. La verdad volverá a imponerse. Mal lo tienen los ciudadanos sin talento y sin patrimonios que heredar.

Todas las opiniones son respetables pero a mí me parece más bien un torpedo teledirigido del tripartit para ir calentando a las masas en contra de esos ricachos que no quieren pagar impuestos (¿os suena esto último?).

En cualquier caso, que me explique este articulista cómo se justifica que los ciudadanos de Navarra, País Vasco, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Valencia, La Rioja, Madrid, Asturias, Aragón, Galicia, Murcia, etc. tengan derecho a gozar de lo que el articulista llama verdad superior y los de Cataluña no.

Suma y sigue. Cada vez son mas los expertos que nos respaldan, a ver si este o el próximo govern deja de hacer oidos sordos.

Seguim lluitant!

26/5/2009 ZONA FRANCA // JORDI ALBERICH



Herencias





JORDI Alberich
ECONOMISTA

Durante los años previos a la crisis, un sentido de verdad superior se impuso a consideraciones cargadas de racionalidad y sentido común. Así ha ocurrido en el sector inmobiliario, donde cualquier observador racional opinaba que el mercado explosionaría y que era mejor desacelerarlo. Pero esa verdad superior se impuso: ¿por qué desacelerar si los precios de los bienes se multiplican año tras año? También advirtieron de riesgos del sistema financiero, y en empresas con unos endeudamientos desorbitados. Pero la reacción era la misma: ¿por qué renunciar a un dinero superabundante a un precio ridículo?
Se decía que nuestra economía había entrado en una nueva era. Quienes razonaban en términos tradicionales quedaban al margen de las dinámicas de la globalización. Se requería un nuevo tipo de talento para comprenderlas. Precisamente, disponer o no de él justificaba la dinámica de crecientes y desorbitadas diferencias salariales. Y permitía entender determinadas orientaciones en el campo de la fiscalidad.
Esta misma verdad superior indica que debe eliminarse el impuesto de sucesiones. Al fin y al cabo, argumentan, es un impuesto que solo grava a clases medias, que ya tienen bastante con soportar la mayor parte de la carga fiscal. Los más ricos evitan su pago y los más pobres no tienen mucho que heredar. También argumentan que en diversas autonomías el impuesto ya no existe.
Pero, ¿tiene sentido no gravar en absoluto la transmisión de riqueza de una generación a otra y sí las rentas fruto del trabajo con impuestos como el IRPF o el de sociedades? ¿Qué dicen al respecto todas las iniciativas dedicadas a promover la ética en nuestra economía y sociedad? Protegiendo, con sensatez, la actividad productiva, ¿no sería más razonable abordar una reforma en profundidad del impuesto de sucesiones que gravara de manera justa y equitativa a todos los ciudadanos en función del patrimonio heredado con una exención suficiente para los patrimonios familiares menores, es decir, el piso, el apartamento en la costa y unos ahorrillos? Pues no. La verdad volverá a imponerse. Mal lo tienen los ciudadanos sin talento y sin patrimonios que heredar.