30/11/2010 - ABC - Cataluña - Nuevo mapa de hechos diferenciales

ABC
Cataluña
Nuevo mapa de hechos diferenciales
Publicado 30/11/2010
M. ROVIRA

Cataluña ha experimentado un vuelco electoral a favor de CiU y el PP. Sin embargo, hay quien se resiste a aceptarlo. Carod-Rovira mantiene su agenda institucional como si la Generalitat fuera un búnker

Sin tiempo para digerir la victoria, CiU emite señales contradictorias. Casi en la clandestinidad durante las dos últimas semanas, el domingo por la noche reaparecieron los «agitadores» del sector soberanista. Oriol Pujol exhibía su independentismo en el programa de Josep Cuní en TV3 y atribuía la victoria sin matices de CiU a la captación del voto perdido por ERC, en un trasvase directo que, a su juicio, debería decantar la retórica convergente del lado soberanista. Felip Puig y David Madí, entre otros, incidían en esa tesis mientras Artur Mas y Josep Duran Lleida trataban de atemperar los ánimos y sobreponer a la euforia de los cuadros del partido el enunciado de la supresión del impuesto de sucesiones y el adelgazamiento de la administración. Entre medias, abrazos como el «propinado» por Mas a Daniel Osacar, el tesorero de Convergència cuyo nombre se pronunia al lado del caso Palau, o las bromas de Pujol, que ha dejado de ser el único «president» en CDC.

Pese al «crecimiento» del independentismo que apreciaba sin duda de ninguna clase el hijo diputado de Pujol, en ERC aún no se ha procesado la catástrofe electoral sufrida. Sin embargo, no todo es conmoción, estupor y tristeza en la formación republicana. Hay quien directamente sigue a lo suyo, sin inmutarse, como si lo de domingo no hubiera ocurrido. Es el caso de Josep Lluís Carod-Rovira, cuyo departamento presentaba ayer la primera guía del cuerpo consular acreditado en Barcelona bajo la premisa de que «esta potente estructura consular (en la capital catalana) constituye una oportunidad mayúscula para vehicular con voz propia las relaciones bilaterales de Cataluña con gobiernos extranjeros», según atribuía una nota de prensa a la viceconsejera de Asuntos Exteriores y Cooperación de la Generalitat, evidentemente en funciones.

Nadie teme que Carod-Rovira comprometa —aún más— a la administración pública catalana en operaciones de calado partidista ni que convierta los últimos días del tripartito en la parodia de un búnker que se resiste a la voluntad popular, pero se advierte de que el suyo es el único departamento de la Generalitat que no se limita a la gestión burocrática a la espera del traspado de poderes.

Pugna en ERC

Así, mientras Montilla combina el desalojo del poder con la renuncia al acta de diputado para abrir paso a un proceso interno en el PSC, Carod-Rovira actúa como si la derrota de ERC no tuviera nada que ver con él. De hecho, así ha sido técnicamente, puesto que no ha participado en un solo acto de campaña de su partido. Sin embargo, el desgaste de ERC no puede atribuirse en exclusiva a Joan Puigcercós, aunque los primeros incidios no indican que Carod se sienta corresponsable del cataclismo sufrido por ERC tras siete años de tripartito en los que su presencia en la política catalana y en la española ha llegado a ser abrumadora.

En el eje de los vencedores de las elecciones, PP y Ciutadans, la ampliación del campo de votantes no nacionalistas debería modificar supuestos como la masiva adscripción al catalanismo de la sociedad. La «diferencia» gana terreno en el electorado mientras Ciutadans se vuelca en reintroducir el castellano en la vida pública catalana. El PP, por su parte, disfruta de unos resultados históricos que se plasman en la reducción del recuento a una «prueba superada» en relación al registro de Vidal-Quadras en 1995.

Guión vidalquadrista

Pero ese aparente ajuste de cuentas con la propia historia del PP no oculta el hecho de que el guión que ha permitido a Alicia Sánchez-Camacho allanar el camino de Rajoy a la Moncloa es, en buena medida, propiedad intelectual del mismo Vidal-Quadras, con el aditamento no menor del debate sobre la inmigración, en el que el resto de los partidos se negaron a entrar dejando un espacio que casi faculta la entrada en el Parlament de la ultraderechista y xenófoba Plataforma por Cataluña. Superado ese riesgo, parece conveniente que los partidos con representación parlamentaria aborden una cuestión cuyo interés público parece obvio.

Respecto al PSC, la tragedia protagonizada por Montilla es también un serio aviso para Zapatero, por mucho que los socialistas intenten desviar la atención sobre el desgaste del tripartito. La previsible réplica del terremoto electoral en las próximas municipales en Cataluña puede agudizar el desplome socialista. La traslación de los resultados de ayer a unas municipales (por mucho que se trate de dinámicas diferentes) barrería del mapa local a los socialistas. Barcelona, Girona y Lleida pasarían a manos nacionalistas, el PP aumentaría espectacularmente su presencia municipal, siendo decisivos en Barcelona y Badalona, por ejemplo, y ni siquiera los tradicionales pactos de izquierdas evitarían centenares de desalojos. Con estas premisas, el PSC debe dilucidar de manera urgente si mantiene el congreso para el próximo otoño y si ratifica a Jordi Hereu como candidato a la alcaldía de Barcelona, cuya alcaldía cambiaría de color por primera vez desde que hay elecciones municipales democráticas.

Tampoco será menor el debate sobre la línea a seguir, si el nacionalismo de Montserrat Tura, o la de un discurso integrado en el conjunto de España que vendría a representar Carme Chacón.

Leer aquí: http://www.abc.es/20101130/comunidad-catalunya/nuevo-mapa-hechos-diferenciales-20101130.html