07/06/2010 - Política - El mus del impuesto

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Política
El mus del impuesto
Publicado 07/06/2010. Edición impresa, pág. 19
NEUS TOMÀS
BARCELONA

LA NEGOCIACIÓN DEL TIJERETAZO CATALÁN

El PSC pretendía situar el listón de la subida del IRPF en las rentas superiores a los 170.000 €

ERC e ICV frenaron un recorte en las ayudas a guarderías municipales

La primera vez que el tripartito empezó a hablar de subir el IRPF a los asalariados que más ganan fue el pasado día 18, cuando el conseller de Interior, Joan Saura, lo planteó en una de las reuniones de Govern más tensas que se recuerdan. Saura propuso un incremento para las rentas con ingresos superiores a 100.000 euros (al final será para las de más de 120.000). Y el titular de Economia, Antoni Castells, lo rechazó de plano. Lo hizo dentro del Consell de Govern pero también en la rueda de prensa posterior. Así empezó otra partida en los despachos del tripartito, con descartes y más de un órdago.

«Es obvio que una medida de este tipo, como mínimo, habría de adoptarse a nivel español. Como mínimo. A nivel de comunidad autónoma es impensable. E incluso a nivel español es difícil. Si ahora sale un país y dice 'subiré el impuesto muy alto', ¿sabe qué pasa? Las rentas muy altas tienen un componente mucho más importante de rentas del capital y son mucho más móviles. Y lo que le pasaría a ese país es que buena parte de las rentas que quiere gravar se van a otros países y no las gravaría», proclamó Castells. Claro y alto. Pero su contundencia no era compartida por los socios, ICV y ERC, ni tampoco por algunos dirigentes del PSC, que consideraban que era necesario que el tijeretazo catalán implicase algún guiño a las llamadas clases populares, o sea, a una buena parte de su electorado.

Al ataque

Horas después, Economia hizo llegar a republicanos y ecosocialistas un borrador de decreto anticrisis que encendió todas las alarmas porque, entre otras propuestas, incluía la reducción de la ayuda que la Generalitat destina a sufragar las plazas de guarderías públicas (un tercio del coste total). ICV decidió entonces pasar al ataque y el día siguiente instó al Govern a incluir en su plan alguna modificación fiscal. ERC, más discretamente, también marcó sus líneas rojas, entre ellas el rechazo al recorte en las partidas de investigación (una competencia que controla uno de sus dirigentes, el conseller Josep Huguet), y matizó la rebaja de los conciertos de educación y sanidad.

Todo esto pasaba en los despachos porque oficialmente el tripartito no movía ficha a la espera de que el Consejo de Ministros aprobase, al día siguiente, su decreto. Una vez detallados los recortes de la Administración central, se intensificó el intercambio de propuestas. Se creó un comité negociador, con el secretario general de Economia, Martí Carnicer (PSC), el de Indústria i Empresa, Antoni Soy (ERC), y el de Interior, Joan Boada (ICV). El president, José Montilla, quería seguirlo de cerca, y sumó a la negociación a su mano derecha, el secretario de Presidència, Isaías Táboas.

Entre los órdagos que se desestimaron estuvo el de una moratoria en la supresión del impuesto de sucesiones que hubiese permitido recuperar, a la larga, unos 600 millones de euros. Al final, los socialistas asumieron que había que tocar el IRPF. Tras una reunión entre Montilla y el líder de ERC, Joan Puigcercós, este último anunció públicamente que el tripartito iba a subir el impuesto de la renta. Las declaraciones de Puigcercós enojaron a Iniciativa, que asegura que la premura de Puigcercós por apuntarse este lance fue tal que al negociador de ICV-EUiA no le dio siquiera tiempo de avisar a los suyos. Tambien disgustaron a a Castells, que se negó a dar por hecho el acuerdo.

Todos ganadores

La primera propuesta que el PSC puso encima de la mesa fue la de aumentar un punto y medio a las rentas superiores a 170.000 euros y cuatro puntos a las de más de 200.000. Incluso los socialistas reconocen que eran unas cifras de salida, y enseguida bajaron hasta 150.000. ERC estaba dispuesta a transigir, pero ICV insistía en que su límite estaba en 120.000 y así se lo dijo Saura a Montilla solo un día antes de que el Govern lo aprobase. Una vez cerrado el acuerdo, los tres socios aseguran sentirse satisfechos. En esta mano, sostienen, todos han salido ganadores.

Leer aquí: http://www.elperiodico.es/es/noticias/politica/20100607/mus-del-impuesto/304170.shtml