12/02/2010 - EL CONFIDENCIAL - España - El PSC critica a sus socios del Tripartito por crear inestabilidad y "marcar paquete"

EL CONFIDENCIAL
España
El PSC critica a sus socios del Tripartito por crear inestabilidad y "marcar paquete"
Publicado 12/02/2010
A. Fernández
Barcelona

TRAS LAS PALABRAS DE ERNEST MARAGALL

Las aguas del Tripartito catalán están agitadas. Aún a falta de casi nueve meses para los comicios, han aparecido ya los primeros roces entre los socios del Gobierno de José Montilla. Las palabras del consejero de Educación, Ernest Maragall, sobre una posible “fatiga” de los ciudadanos hacia el Tripartito (ver noticia) y sus dudas sobre la posibilidad de repetirlo tras las próximas autonómicas -porque no sumen los escaños- han levantado ampollas. Pero ampollas tanto entre los suyos -que le achacan el haberse extralimitado en las críticas- como entre los socios, ya que adelantó que “Cataluña no apoyará elementos ni artefactos inestables”.

La referencia enfocaba directamente a los otros dos partidos miembros del Tripartito: ERC e ICV. Pero ese matiz pasó casi desapercibido y “es muy importante”, según señalan fuentes socialistas a El Confidencial. Desde el PSC, se considera que las declaraciones de Maragall entran dentro de la normalidad. Y es más: entran dentro de la estrategia de los socialistas de mantenerse como la referencia “seria” dentro del Gobierno. “Se da la circunstancia de que tanto ERC como ICV han presentado ya a sus candidatos a las elecciones. Y se da la circunstancia también de que ninguno de los dos candidatos forma parte del Gobierno. Por tanto, cada día están poniendo palos en la rueda y ‘marcando paquete’ ante sus electores. Esto es lo que crea verdadero malestar e inestabilidad en el Gobierno y lo que hace que la gente se desencante”, admite un alto cargo socialista a El Confidencial.

Esta fuente se refiere a Joan Puigcercós y Joan Herrera, que se desmarcan periódicamente de las consignas del Gobierno del que sus respectivos partidos forman parte. En algunos de los temas importantes, además, cada una de las formaciones tira para su lado. Uno de los ejemplos más claros fue la Ley de Educación, que PSC pactó con CiU y a la que se sumó ERC. Sin embargo, ICV se postuló en su contra y los principales dirigentes ecosocialistas encabezaron las manifestaciones de protesta contra la normativa. Algo chocante y que provocó acerbas críticas de la organización que lidera José Montilla.

Desde la dirección del PSC se critica la estrategia de los socios de Gobierno. “No es sólo que en determinadas ocasiones actúen como si no formaran parte del Gobierno y sus dirigentes encabecen manifestaciones, sino que entre ellos mismos están peleados”, añade la fuente antes citada. Hace escasos días, Puigcercós llegó a decir públicamente que le gustaría formar un gobierno con PSC y con el apoyo de ICV desde fuera del Gobierno. O bien un nuevo tripartito entre CiU, PSC y ERC. Los ecosocialistas, en cualquier caso, deberían quedar fuera del Ejecutivo. Puigcercós recordó las “graves discrepancias” con ICV en temas como la Ley de Educación o el Impuesto de Sucesiones, que la formación que lideran Joan Herrera y Joan Saura no quería rebajar.

A todo ello, se añade que el PSC es el único partido parlamentario que no ha presentado todavía a su candidato. Montilla ha dicho que piensa repetir, pero aún no ha sido ungido. Mientras, los demás van haciendo su precampaña teniendo como principal leitmotiv la necesidad de movilizar a su electorado, que en estos momentos se decanta, según las primeras encuestas encargadas, por la abstención. Tanto, que ésta puede llegar al 50% de los votantes.

Apoyo del consejero de Economía

En este contexto, las palabras de Maragall adquieren otro sentido, más allá de una simple reflexión sobre el Gobierno. Los análisis de Ernest Maragall siempre suelen ser sólidos y, en ocasiones, urentes. En esta ocasión, el primero en matizarlo fue el propio José Montilla desde los micrófonos de Punto Radio, donde estaba convocado a primera hora de la mañana. El presidente de la Generalitat advirtió que no había que sacar las palabras de su contexto y se quejó de que los políticos hablan demasiado de sus propios problemas y poco de los problemas de la gente. Y zanjó el tema diciendo que ni Maragall ni él estaban fatigados de gobernar.

Las críticas de Ernest no son nuevas en el PSC, ya que cuando su hermano Pasqual abandonó la formación dolido por el trato dispensado, dejó oír su voz de protesta sin importarle que se pusiera en entredicho la solidaridad familiar. Pero es que el consejero de Educación forma parte de lo que se podría llamar el sector más catalanista del PSC. Por eso, otro de los exponentes de este sector, el consejero de Economía, Antoni Castells, le echó ayer un capote. “Sólo faltaría que un consejero de la Generalitat no pudiera hablar de política y sólo faltaría que no pudiera hacerse eco de las declaraciones que tienen los ciudadanos respecto de las instituciones y las alternativas de Gobierno”, manifestó Castells en los pasillos del Parlamento. “Negar la realidad es siempre un error”, subrayó el responsable de Economía.

Montserrat Tura, consejera de Justicia, defendió también la pluralidad en el seno del partido pero incidió en que ante las elecciones que se avecinan, los socialistas catalanes deben estar más unidos que nunca para ser la primera fuerza en votos y en escaños.

Pero mientras, los socios de Gobierno callaban para no echar leña al fuego y deteriorar todavía más la imagen del gobierno en la recta final de la legislatura. Ni el vicepresidente del Gobierno, Josep Lluís Carod-Rovira, ni el consejero de Gobernación, el republicano Jordi Ausàs, quisieron matizar o comentar las “personales” declaraciones de Maragall. Pero desde la oposición, la presidenta del Partido Popular, Alicia Sánchez-Camacho, aprovechó la ocasión: durante una entrevista en RAC 1, instó al consejero de Educación a dimitir “por dignidad”. Y, consecuentemente, que tras constatar esta “fatiga” de los ciudadanos, pidiese públicamente elecciones anticipadas

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