26/01/2010 - Política - La Crónica - La hora del sálvese quien pueda

LA VANGUARDIA
Política
LA CRÓNICA
La hora del sálvese quien pueda
Publicado 26/01/2010. Edición impresa, pág. 10
Jordi Barbeta
Barcelona

El debate político catalán

La hora del sálvese quien pueda

A nueve meses de los comicios los partidos impiden al Govern fijar una estrategia conjunta. Ascó, Vic y Horta de Sant Joan ponen de relieve las distintas prioridades estratégicas. Consellers del PSC reivindican su buen gobierno y deploran que las trifulcas lo oculten

EL LAMENTO "Inauguramos un aeropuerto, pero lo que se recuerda es un viaje en helicóptero"

LA REALIDAD OCULTA Cuatro hospitales, dos cárceles, carreteras, vías, escuelas, pero nadie habla de ello

PARTIDOS AJENOS Esquerra e ICV se desmarcan incluso de la gestión de sus propios consellers

El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha hecho todo lo que ha podido y más para proteger al titular del Departament d´Interior, Joan Saura, ante el grave problema de gestión que se ha destapado con la investigación del incendio de Horta de Sant Joan, que causó la muerte de cinco bomberos. A Saura, en cambio, le ha faltado tiempo para ejercer de milhombres a costa del president emplazando públicamente a Montilla a rechazar la candidatura de Ascó para acoger el almacén temporal centralizado de residuos nucleares (ATC).

Sirve este episodio de ejemplo para ilustrar la situación política catalana, cuando faltan nueve meses para las elecciones y con los sondeos vaticinando tragedias y/ o hecatombes para los partidos que integran la coalición gubernamental. Diríase que alguien ha gritado el sálvese quien pueda, y cada una de las formaciones políticas ha trazado su propia estrategia política buscando precisamente diferenciarse claramente de sus socios y desmarcándose del propio Govern.

No hay solidaridad que valga y ni siquiera el quid pro quo funciona entre los socios del tripartito. Iniciativa per Catalunya ha querido abanderar el rechazo al almacén nuclear disputándole el protagonismo a Esquerra Republicana y poniendo en evidencia al PSC. Algo parecido ha ocurrido en Vic, donde el PSC y Esquerra han procurado mantener una posición de prudencia en el debate suscitado sobre la inmigración, mientras los ecosocialistas gesticulaban y se rasgaban las vestiduras buscando siempre la atención de las cámaras. Eso explica que cuando el Govern se enfrenta a un problema tan grave como el del incendio de Horta de Sant Joan, a excepción del president, que no tiene más remedio, el PSC y ERC han observado el asunto como si nada fuera con ellos, y en algún caso han contribuido a poner de relieve las contradicciones entre los departamentos de Interior y de Medi Ambient. En privado, diputados republicanos no disimulan su voluntad de "devolver a ICV el fiasco que nos organizó con el impuesto de sucesiones".

Las rivalidades provocan chispas dentro de los propios partidos, habida cuenta que los que han liderado hasta ahora no lo volverán a hacer. Joan Herrera será el candidato de ICV y su relación con el tripartito es la de cualquier otro asiduo a las manifestaciones de protesta contra el Govern, del que se presenta como totalmente ajeno. No se pierde ni una sola marcha y siempre se coloca en la primera fila.

Pero todavía es más evidente el divorcio interno en Esquerra Republicana. El partido se niega a tener que pagar la factura de los estropicios mediáticos que está causando Josep Lluís Carod-Rovira en el Govern. El episodio del viaje en helicóptero de Lleida a Barcelona y el anuncio de la apertura de un consulado de Senegal que existe desde hace más de treinta años han avergonzado tanto al partido que sus portavoces se han negado en redondo a salir en apoyo del vicepresident del Govern.

El ambiente político del tripartito empezó a degenerar definitivamente con la aprobación de la reforma del impuesto de sucesiones. Un triunfo político del conseller Castells que no pudo capitalizarse porque Iniciativa per Catalunya prefirió neutralizarlo imponiendo muy parcialmente sus criterios. Lo suficiente para que la reforma apareciera ante la opinión pública como si gracias a un supuesto coraje izquierdista de los ecosocialistas la reforma se hubiera descafeinado.

Y las rivalidades están haciendo imposible que se lleven a cabo proyectos legislativos importantes. "En estas circunstancias y con estos interlocutores es imposible plantear proyectos ambiciosos", lamenta un miembro socialista del Govern. No habrá por tanto leyes de ordenación territorial ni nueva ley electoral, pero ya no es eso lo que más importa. La última encuesta oficial señala que más de la mitad de los catalanes considera que el Govern de la Generalitat no está trabajando para resolver los problemas. Es como el pez que se muerde la cola. Como cada partido quiere significarse individualmente, a cada asunto que se suscita, crece la sensación de desbarajuste y el desprestigio del Govern. Nadie está dispuesto a rebelarse desde el Govern pero algunos consellers sectoriales del PSC están dando señales de alarma y no disimulan su irritación: "Nos pasamos el día trabajando y esforzándonos para que el país funcione y a menudo lo conseguimos, pero siempre las trifulcas ocultan la feina ben feta",

Un ejemplo recurrente es la inauguración del aeropuerto de Lleida. "Es inaudito que del día en que la Generalitat estrena el primer aeropuerto catalán la gente lo que recordará será el viaje de Carod en helicóptero", lamenta un miembro del Consell Executiu. La misma fuente recuerda que "este Govern está llevando a cabo importantísimos proyectos de infraestructuras que van a resolver muchos problemas, pero que permanecen en el anonimato por culpa de los que sólo quieren estar en el Govern, pero les entra una pereza insuperable cuando se trata de gobernar".

Como ejemplo de gestión, los consellers y conselleres consultados destacan por supuesto carreteras, escuelas, hospitales, cárceles... Por poner algunos ejemplos, para los próximos meses está previsto inaugurar nuevos hospitales en Sant Joan Despí, Mollet del Vallès, Sant Boi y Reus. También dos cárceles nuevas. Se están construyendo escuelas a lo largo y ancho del país y "el plan de infraestructuras prevé proyectos por valor de 100.000 millones, la iniciativa más ambiciosa de la historia", argumentan

La desolación de estos consellers ante el escaso reconocimiento a su labor por culpa de estrategias políticas de "vuelo gallináceo", la resumía perfectamente la titular de un departamento con fuerte capacidad inversora: "He recorrido 650.000 kilómetros de un lado a otro de Catalunya... a las Terres de l´Ebre he ido 39 veces,... nunca en helicóptero".

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