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Profunda reforma de Sucesiones tras negociación dejó en "abismo" a tripartito
Publicado 16/12/2009
EFE

Este último punto, del que ha informado la propia Esquerra, contrasta con la posición inicial de esta formación, que propuso una reforma mucho más limitada del impuesto de Sucesiones de la que finalmente ha salido adelante, sobre todo gracias a la propuesta "radical y al alza" realizada por el conseller de Economía, el socialista Antoni Castells, según otras fuentes del tripartito.

Esta propuesta, que "cambió el escenario", obligó a los otros dos socios (ERC e ICV), a moverse al alza, según las fuentes consultas, un giro que ERC asumió rápidamente puesto que pactó con el PSC una propuesta inicial que ha costado mucho consensuar con ICV, que ha conseguido al final una modificación parcial a la baja en las herencias de padres a hijos que cree que hace más justa la reforma.

Hasta tal punto subió la tensión en el tripartito, que el líder de ERC, Joan Puigcercós, comentó al presidente catalán, José Montilla, que la situación creada por la falta de acuerdo dejaba al borde del "abismo" al Govern, lo que obligaba a hacer un último esfuerzo en la negociación con ICV a fin de impedir "un ridículo estrepitoso".

Según fuentes próximas al líder republicano, Puigcercós llegó a trasladar la reflexión a Montilla de si era posible seguir gobernando con ICV si no era incapaz de asumir su responsabilidad.

Tras la sesión de control, el presidente catalán, José Montilla, ha comentado de manera informal a los periodistas que el Govern "no se podía permitir" un desacuerdo en este asunto, y se ha mostrado satisfecho de que al final se haya "impuesto la sensatez".

Preguntado sobre si ERC le había sugerido la posibilidad de dejar a ICV fuera del Govern, Montilla no ha querido entrar en esta cuestión, mientras desde el PSC se han centrado en resaltar lo "positivo" del acuerdo al margen de las dificultades negociadoras.

La reforma del impuesto de Sucesiones, que estará a pleno rendimiento en julio del 2011, puede suponer una merma de ingresos en las arcas de la Generalitat de entre 350 y 400 millones de euros, según ERC, aunque desde el Govern se pide tiempo para precisar.

En todo caso, Economía calcula que dejará de ingresar una cifra inferior a los 250 millones de euros que contemplaba con su propuesta inicial, modificada para sumar al pacto a ICV.

En el detalle, la profunda reforma del impuesto de Sucesiones impulsada por el conseller Antoni Castells se aplicará en tres tramos: a partir del 1 de enero de 2010 estará en vigor el 25%, desde el 1 de julio de 2010, el 62,5%, y todos los cambios previstos por el tripartito se aplicarán a partir del 1 de julio de 2011.

Hasta ahora, el mínimo exento era de 18.000 euros tanto para herencias de padres a hijos como para cónyuges, mientras que con el pacto alcanzado se amplían sustancialmente estas cantidades.

En el caso de herencias de padres a hijos, el más habitual, el mínimo exento es de 275.000 euros, cantidad a la cual se añade una deducción adicional del 50% con un límite de 125.000 euros.

Así pues, si la herencia recibida por un hijo es de 375.000 euros, los primeros 275.000 quedarían libres del impuesto y de los 100.000 restantes, sólo se pagarían impuestos por la mitad (50.000).

El mismo esquema se aplicaría al cónyuge, que podrá recibir un máximo de 500.000 euros sin tener que pagar impuestos, y que a partir de esa cifra podrá tener una deducción adicional del 50% con un límite de 150.000 euros.

Para el resto de descendientes, el límite estará en los 150.000 euros, y en 100.000 para los ascendientes, si bien los mayores de 75 años no pagarán el impuesto si reciben hasta 275.000 euros.

Si se hereda la vivienda habitual del fallecido, sólo se pagará si el valor conjunto de la vivienda supera el medio millón de euros.

El Departamento de Economía calcula que, incluyendo el piso habitual, la herencia de cónyuge puede dejar de tributar con un monto total de un millón de euros y si de trata de un solo hijo, hasta 700.000 euros.

CiU, PP y Ciutadans han criticado que "ICV haya impuesto su criterio" en la reforma del impuesto, y que la enmienda pactada supone una rebaja muy inferior a lo que pretendía Economía.

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