27/11/2009 - REVISTA DEL VALLÈS - Reportaje - El palo después del duelo

REVISTA DEL VALLÈS
Reportaje
El palo después del duelo
Publicado 27/11/2009
Roberto Giménez

El palo después del duelo

La tributación del Impuesto de Sucesiones lleva a muchas familias a tener que hipotecarse

Imagínese que usted tiene ya una edad más que madura, casado y con dos hijos. Además de su vivienda habitual, tiene una segunda residencia en la playa o la montaña y decide hacer testamento: al mayor le cede el piso y al menor el apartamento. Pues bien, una decisión tan aparentemente salomónica, puede ser la ruina para quien haya tenido la suerte de heredar la segunda residencia. Con la ley actual si la herencia tiene un valor de 100.000 euros, tendrá que tributar a la Generalitat 9.688 euros en el plazo de seis meses tras recibir el apartamento. Claro que si estos padres pasan los dos últimos años de su vida en una residencia, fuera del piso de propiedad, el hijo mayor también tendrá que pasar por caja porque la bonificación del 95% sobre la vivienda habitual desaparece. Si para evitar que los hijos tengan que tributar por esta propiedad familiar los padres deciden donar en vida sus propiedades a los dos hijos, entonces el pagano es el que hace la donación. La ley considera que ha vendido su patrimonio y, por lo tanto, tendrá que liquidar a la Administración la plusvalía generada en esa venta teórica, que no real. La caja siempre hace tilín. Y no un tilín cualquiera. En los presupuestos de la Generalitat de 2009 la previsión recaudatoria es de 991 millones de euros, en número redondos el 3% de los presupuestos que maneja es este impuesto de la muerte.

DECEPCIÓN EN LA SALA

Jesús Zamarreño, el presidente de la Associació per a la reforma de l’impost de successions a Catalunya –www.NOsuccessions.org, dio el pasado lunes una conferencia en el Centre Cívic del Lledoner ante un auditorio de apenas cincuenta personas. El hombre se extrañó al ver tan poca asistencia y no se resistió a decirlo públicamente acostumbrado como estaba a llenar salas. ¿Por qué tan escasa respuesta en Granollers?, se preguntó. La culpa era en parte de la organización: la persona que solicitó al Ayuntamiento la sala es de Badalona y en la Casa Gran no están para apoyar este tipo de iniciativas. Así que se les cedió una sala tan alejada del centro urbano como aquella. Pero es que además existe en la opinión pública la idea de que el problema del Impuesto de Sucesiones es un asunto ya resuelto, y nada más lejos de la realidad. Esos 991 millones de euros a recaudar este año lo demuestran.


IMPUESTO DISCRIMINATORIO

El caso es que si tienen unos minutos de tiempo libre este fin de semana le interesará saber si Ud. está en la media hacia arriba o en la media hacia abajo de los contribuyentes netos catalanes. La media que la hacienda autonómica recaudó de cada contribuyente fue de 12.914,24 euros en el 2007, último año del que se tienen las cifras cerradas.

Una persona que herede un patrimonio valorado en 250 mil euros va a tener que tributar por él 38.846 euros. Si Ud. tiene la suerte de ser vasco, está de enhorabuena. Le sale gratis. Si es madrileño tendrá que abonar a Doña Esperanza Aguirre 405 euros porque en Madrid la bonificación del impuesto es del 95%. Estamos, pues, ante un impuesto discriminatorio en el sentido más estricto del término, y sin trazas de que esto cambie. El socio del Govern, ERC, ha presentado un proyecto de reforma que de aprobarse significaría que de los 38.846 euros que ahora pagamos, se reduciría a 21.982 euros, pero aún muy lejos de los 405 que se pagan en Madrid, por no hablar del gratis total vasco.

El impuesto es estatal, pero está transferido a las comunidades autónomas. En el 2004 empezó Cantabria a introducir las bonificaciones que se han extendido a todas salvo dos: Catalunya y Extremadura. Como los extremeños tienen menos riqueza, tributan de media por herencia 3.504 euros, nosotros 12.914,24 euros. Estos son los números que desgranó el presidente Jesús Zamarreño.

“LA GENTE NO LO SABE”

Pero unas líneas más arriba les decía que Uds. mismos pueden calcular lo que tendrían que pagar por la propiedad que un día vayan a heredar. La base imponible es el valor catastral reflejado en el IBI. En una ciudad como Granollers ese valor se tiene que multiplicar por cuatro, y se le descuenta un 20%, con lo que el coeficiente multiplicador real es del 3,2. A esta valor se le debe añadir un 3% en concepto de ajuar. A esta cifra se le deben descontar 18 mil euros. Si la cifra resultante de este tiovivo de sumas y restas es de 250 mil euros, le corresponde tributar los citados 38.846 euros. ¿Que no los tiene? Pues tendrá que hacer una hipoteca porque el plazo para pagar es de seis meses desde que se recibe la herencia.

Zamarreño no entendía cómo a tan pocas personas les preocupa un impuesto confiscatorio como éste, y dio esta respuesta “es que la gente no lo sabe”.

LA RUINA DEL MILEURISTA

Empezaba el escrito con el caso de ese hijo menor que había tenido la suerte de recibir como herencia el apartamento de su padre. Una segunda residencia no tiene bonificación (la primera residencia la tiene del 95%, siempre que los propietarios hayan vivido en ella durante los últimos dos años de su vida). Pues bien, si el valor imponible resultante de las sumas y las restas da 100.000 euros (una cifra muy normal), el heredero, si es mileurista, va a tener que trabajar 290 días para poder pagar los 9.688 euros que la hacienda catalana le exigirá.

El apunte

No se fían

No hace falta decir que la cincuentena de personas que salieron de la charla-coloquio sacaban humo. La mayoría firmó el manifiesto redactado por esta Asociación que reivindica la reforma del Impuesto de Sucesiones y que tiene una pagina web (www.NOsuccessions.org) muy activa a través de la cual intentan presionar a los partidos políticos para que entren en razón. De entrada, la oposición (CiU y PP) se ha comprometido a reformar la ley, aunque esta Asociación no las tiene todas consigo porque el impuesto “confiscatorio”, dixit Zamarreño, también fue aplicado por los gobiernos de Pujol.






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