04/02/2009 - El lector opina - Sucesiones

El lector opina
Sucesiones
Publicado el: 04/02/2009
RAMON FIGUERAS NADAL

No hay día en el que no aparezca en esta sección alguna carta de protesta contra el oprobio que supone el mantenimiento del impuesto de sucesiones en Catalunya, frente a la mayoría de comunidades autónomas que lo han suprimido. Resulta muy sorprendente que a pesar de este continuo goteo de quejas y lamentos las autoridades competentes ni tan siquiera se dignen a defender su postura lo que induce a pensar que quizá sea indefendible.

Los impuestos constituyen un instrumento en manos de la Administración para la redistribución de la riqueza y nunca un simple mecanismo de recaudación.

Pero lamentablemente nuestros mandatarios no lo entienden así y se aferran a este tributo que supone sin duda una inestimable fuente de ingresos que les permite proseguir su escalada de despilfarro de fondos públicos (embajadas, asesores, colocación de hermanos, hijos y demás parientes, viajes injustificables, comidas y cenas de trabajo en restaurantes de cinco tenedores, subvenciones de lo más variopintas y un larguísimo etcétera de malversación de fondos públicos).

Resulta vergonzante que un gobierno de izquierdas se dedique a masacrar a las clases más desfavorecidas a través de un impuesto injusto ya anacrónico. La base imponible del impuesto de sucesiones viene constituida por el valor real de los bienes que constituyen el caudal relicto de la herencia sobre el que se aplica un tipo impositivo progresivo que entre padres e hijos puede llegar al 32 por ciento. A título de ejemplo, por la herencia de un piso valorado en 400.000 euros, el heredero deberá pagar aproximadamente 80.000, y se verá obligado en caso de no disponer de dicha cantidad y de no obtener un préstamo, cosa harto probable en estos momentos, a venderlo o malvenderlo, si es que encuentra comprador.

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Original en "La Vanguardia": http://www.lavanguardia.es/lv24h2007/20090204/53632695628.html