17/05/2010 - EXCMO. COLEGIO OFICIAL DE GRADUADOS SOCIALES DE LEÓN - Noticias - Los apuros fiscales rescatan la idea de un nuevo mínimo en el impuesto de Sucesiones

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Los apuros fiscales rescatan la idea de un nuevo mínimo en el impuesto de Sucesiones
Publicado 17/05/2010

El campo está abonado para la subida de impuestos. El histórico recorte de las pensiones, los salarios de los funcionarios y los derechos sociales han resquebrajado el discurso del Gobierno. La izquierda parlamentaria, sindicatos y bases socialistas demandan una redistribución de la factura exigida por Europa a España para reducir el déficit presupuestario antes de 2013. El pasado miércoles, en el Congreso, Zapatero no cerró la puerta a nuevas subidas de impuestos: "Cada cosa vendrá a su tiempo".

Después del incremento del IVA, la retirada del cheque de 400 euros y el castigo al ahorro, otros tributos como el de Sociedades, el extinto Impuesto de Patrimonio, los Especiales sobre el tabaco y alcohol y los tramos más altos del IRPF se han convertido en candidatos para elevar la recaudación del Estado.

Pero puede haber sorpresas: el traspaso de herencias se suma al grupo de posibles cambios tributarios. De hecho, el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), adscrito a la vicepresidencia económica de Elena Salgado, ya ha dibujado un escenario con un nuevo Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD) en el que se establezca un mínimo común para todas las comunidades.

Este tributo, cuya recaudación está cedida a las autonomías, ha sufrido una carrera a la baja en casi toda España. Siendo uno de los caballos de batalla de las rebajas fiscales en comunidades como Madrid, que casi lo ha eliminado.

Los profesores de la Universidad de Zaragoza Miguel Ángel Barberán, Julio López Laborda y Marta Melguizo argumentan en el estudio del IEF que el "entramado normativo disperso y confuso" del Impuesto de Sucesiones "fomenta la competencia fiscal entre territorios, comprometiendo seriamente la viabilidad del tributo".

Por eso, creen que la "facultad" de las comunidades para subir o bajar las reducciones y el tipo del ISD nunca debería sobrepasar los «márgenes que se acordasen por el Estado». Horquilla que sitúan en el 10% –plantean un impuesto lineal, con un tipo fijo y el establecimiento de un mínimo personal para descendientes y cónyuges–.

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