Difícil hacerse ilusiones con el tripartito

Es que para ellos solo hay dos tipos de contribuyentes por I s S, los que heredan cuatro duros (que verán como dejarán de pagar) y las grandes fortunas que tienen sociedades patrimoniales y que se escaquean de pagar. Parece ser que en medio no hay nadie más. Y por supuesto que imbuídos de ideas ya trasnochadas creen que toda acumulación de bienes proviene forzosamente de chollos, como si durante 30 años no hubiésemos pagado ya el I s Patrimonio y el IRPF correspondiente.

En este pool de ciudadanos que probablemente no estén incluidos en la "practica totalidad exención" del ISID estarán también gran parte de trabajadores que se han esforzado durante su vida para tener algo más que un piset i uns estalvis para asegurarse una vejez sin carencias.
Habrá que ver que cifras se presentan a los ciudadanos.

Castells y el PSC demuestran claramente que las medidas de atenuación del I s S que va a tomar están encaminadas única y exclusivamente a evitar que una porción de sus votantes,que están de acuerdo con nosotros en lo aberrante de este tributo, puedan cambiar el sentido de su voto, son incapaces de reconocer (y además no les conviene para la estabilidad del tripartito) las verdades del barquero, a saber:

-Esos retoques de que se habla no van a evitar la deslocalización de las grandes fortunas.
-Solo en una mínima parte acortarán la distancia abismal que nos separa de otras comunidades Autónomas persistiendo por tanto el agravio comparativo.
-Seguirán ahuyentando de Catalunya a todos los capitales que se habían planteado invertir aquí.

No saben ver más allás de sus narices, esto es, las próximas elecciones. Y es que yo por lo menos, no puedo esperar demasiado de un gobierno compuesto por marxistas en bicicleta, leninistas, ecologistas que despilfarran en arbolitos navideños a pedales, pijoprogres que lo único que saben es encargar los famosos informes inútiles a sus amiguetes, independentistas soñando con ser embajadores... Hay que contentar a demasiadas ideologías e intereses personales, y eso no casa con lo que el país necesita de verdad.

Lo único que espero, y no con demasiado entusiasmo la verdad, es que de cara a las próximas elecciones tanto CIU como PP y Ciutadans aseguren que un gobierno del que vayan a formar parte no lo formarán con alguien que no esté inequivocamente a favor de la supresión de esta lacra.